Según el diccionario roñoso tiene distintos significados: "Puerco, sucio o asqueroso", "oxidado o cubierto de orín", "miserable, mezquino, tacaño".

En tanto, cuando se busca roña se encuentra el lector con "porquería y suciedad pegada fuertemente", "daño moral que se comunica o puede comunicarse de unas personas a otras", "farsa, treta", "ficción de una enfermedad o impedimento para no hacer algo".

Y como mezquino es uno de los sinónimos, buscamos y encontramos que se define como tal a quien "escatima excesivamente en el gasto", "falto de nobleza de espíritu" y "pobre, necesitado, falto de lo necesario".

Todo este andar por el "mataburros" apunta a tratar de encontrar alguna explicación –por ardua que fuera- para aclarar por qué hay tantos que utilizan los espacios de uso común para lo que les viene en gana.

Ahí aparecen "en un mismo lodo todos manoseaos" buscadores de repartidores de volantes, profesores de instrumentos, imitadores de artistas populares, anunciadores de actos homenaje, institutos de enseñanza, manochantas (como bien los definiera hace más de 20 años Raúl Portal), organizadores de ferias americanas y bingos (bajo el eufemismo de "entretenimiento familiar"), y un sinnúmero de irresponsables que ignoran deliberadamente que los postes, cajas de electricidad, paradas de colectivos, frentes de negocios y cestos de papeles, son de uso público, son de todos y deben ser cuidados.

¿Es posible que una entidad de bien público ensucie con estas pegatinas el espacio de la comunidad?, ¿Es serio que un instituto de enseñanza lo haga?, ¿Y cómo puede justificarse un hombre que se anuncia como candidato a concejal, como ese tal José Casado?

Y deberíamos detenernos en este caso. Si bien no es la primera vez –lamentablemente no será la última- que un partido o un candidato político aparece en las paredes y calles (recuérdese la "campaña" del ARI cuando pintó las calles céntricas de San Isidro), es impensable que alguien que dice pretender algo bueno para la comunidad –como puede ser un legislador local- ensucie, destruya, bastardee el ámbito cotidiano de los que busca convencer… Es verdaderamente incomprensible.

Pero si se le puede sumar algo a este tema, diremos algo que entra en el terreno del "marketing político". El candidato –y todo aquel ignorante que sigue pasos similares- debería preguntarse si es ese el lugar que busca ocupar, y no me refiero al de concejal o lo que sea. Sino si le agrada equipararse en seriedad con los vendedores de chucherías, los alquiladores de piecitas y las tristes banditas de rock de jóvenes con ansias de transgresión.

Finalmente, si la excusa es la falta de dinero, bien pueden encontrarse otros caminos sin perjudicar a nadie. Porque ¿de eso se trata, no? De honestidad, de tolerancia, de transparencia… y de convivencia…

Descreído quizá de aquello de que "la fama es puro cuento…", como reza el tango y en busca de sus cinco minutos de fama, buscó postularse para algún cargo electivo, con vistas a los comicios de Octubre. Como otros, tampoco en eso fue original, no tuvo mejor ocurrencia que "tapizar" de pegatinas, autocandidateándose en frentes de propiedades e incluso comercios la zona de San Isidro. Y tan minuciosamente lo hizo este cultor de la pegatina fácil, que tampoco se salvaron pantallas de tránsito, columnas de alumbrado, instalaciones telefónicas y de semáforos.

Así logró su pase a la "posteridad". Poco importa ciertamente si es soltero, blanco, alto o bajo, rubio o morocho como el Zorzal Criollo. Su propuesta está firme y es bien explícita: el papel sólo lleva su nombre y apodo, y el cargo al que aspira. Su aporte, ha sido considerable. Ensució y dañó cosas que son de la comunidad y, que aún costará más borrar. Pero lo logró, se "inmortalizó" y nos dejó como recuerdo su "tarjeta de presentación".

Qué dice la municipalidad sobre esto

Con respecto a este tema la Dirección General de Prensa de la Municipalidad de San Isidro dio a conocer un comunicado informando que:

"La Municipalidad de San Isidro recuerda que está realizando un relevamiento de la vía pública "a fin de documentar y promover las acciones legales correspondientes que permitan poner freno al daño que están produciendo en forma permanente tanto los particulares que publicitan actividades comerciales así como también diversas agrupaciones en lugares no autorizados para tal fin, ensuciando con pintadas y pegatinas espacios y elementos de la vía pública, ocasionando un daño al conjunto de los ciudadanos y un gasto a los contribuyentes y a los frentistas damnificados por las tareas de limpieza que esto requiere".

"Se han recibido –dice el municipio- numerosas quejas de vecinos directa o indirectamente afectados por este tema que se ha visto agravado en los últimos tiempos y pese a que las tareas de limpieza realizadas por el municipio se incrementaron, los lugares recuperados vuelven a ser dañados con pintura, pegamento y papeles a las pocas horas".

"En tal sentido -acota-, se reitera especialmente el pedido efectuado ya en años anteriores a todas las agrupaciones políticas, públicamente y a través de sus representantes en el Concejo Deliberante, así como a los precandidatos y candidatos en general, para que durante las campañas electorales no utilicen los frentes, postes, semáforos, cajas de telefonía y otras instalaciones en la vía pública para realizar pintadas o colocar afiches, recordando que son las pantallas y carteleras los únicos lugares habilitados para tal fin.

"En el caso de los particulares o comerciantes que utilicen volantes para la difusión de sus actividades, se recuerda que tal mecanismo está regulado por el Código de Publicidad, el cual puede ser consultado por Internet en www.sanisidro.gov.ar o personalmente en Centenario 77, San Isidro, en la Dirección de Publicidad", precisa la comuna.

"La colaboración de todos y el respeto a las normas es esencial para cuidar el patrimonio de todos y la convivencia en un espacio urbano saludable", concluye el parte comunal.


-> Alberto Mora