La condena del tribunal -por unánimidad de los jueces Lino Mirabelli, Clarisa Moris y Mario Alberto Kohan-, coincidente con lo pedido por los fiscales Diego Callegari, Patricio Ferrari y Eduardo Rodríguez, satisface la expectativa de la familia y de la comunidad, preocupada con justa razón por peligrosos delincuentes que debieron estar detenidos y que, por acción de la misma justicia argentina, estaban en libertad, lo que permitió el daño provocado a los Regis.

Fue a raiz de este caso que el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados bonaerense abrió a instancias de los reclamos de la familia Regis -acompañados por el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse- y de otros casos similiares, una investigación contra los jueces de Garantías Rafael Sal Lari y Esteban Rossignoli, por supuestas irregularidades registradas en las liberaciones de imputados que participaron en este cruel asesinato.

Carlos Regis, ingeniero químico, dueño de la empresa Acril S.R.L., fue asesinado el 17 de Julio de 2008 de un tiro en el estómago y su hija Carla fue herida de un disparo en la cara por delincuentes que pretendieron robarles en su casa de Rodó 1810, Beccar, donde vivían la esposa del empresario y tres hijos más.

Dos delincuentes armados y a cara descubierta ingresaron a patadas a la casa con aparentes fines de robo, en momentos en que la familia Regis descansaba en sus habitaciones.

Regis se levantó para ver lo que sucedía y se encontró con uno de los asaltantes en el living de la casa, por lo que comenzó a forcejear y a pedir ayuda a los gritos.

Cuando su hija Carla escuchó a su padre, se levantó, corrió para auxiliarlo y el llegar a la puerta de ingreso del frente de la casa, vio que el ingeniero forcejeaba con uno de los delincuentes.

Uno de los ladrones comenzó a disparar y mató por la espalda a Regis, mientras que su hija fue herida con dos roces de bala en la oreja y en el hombro.

Los imputados fueron detenidos a seis días del hecho luego de un reconocimiento fotográfico realizado por la familia de la víctima.

La polémica surgió cuando los fiscales averiguaron que tanto Bordón como López estaban excarcelados en una causa por portación ilegal de arma de guerra cuando fueron interceptados por la policía el 25 de enero de 2008 en jurisdicción de la comisaría 10ª de Martínez en un auto donde se secuestraron dos pistolas con mira láser y balas de punta hueca.

López fue excarcelado por el juez Rossignoli en ese momento, pero Bordón logró escapar de la policía y recién fue detenido en marzo de 2008.

Cinco días más tarde, fue excarcelado por el juez Sal Lari, pese a que estuvo dos meses prófugo y a sus antecedentes -estaba con libertad condicional por una condena por robo calificado-.

Por estas excarcelaciones el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, denunció por mal desempeño a los dos magistrados y ésta es una de las causas por las que el cuestionado Sal Lari enfrentará un jury.