Mientras prosiguen desarrollándose en forma sorpresiva los controles de tránsito, con test de alcoholemia para los conductores, el Tribunal de Faltas de San Isidro está aplicando duras sanciones a aquellos que, tras ingesta de alcohol superior a la permitida, se habían puesto al mando de sus automotores.
El tan sentido, cabe consignar que durante el pasado octubre y los primeros días de este mes se labraron 63 actas de alcoholemia, y el Tribunal de Faltas tras 53 audiencias con infractores, los procedió a sancionar con multas de 1000 a 2000 pesos.
Además, dispuso el secuestro de las correspondientes licencias de conducir por un lapso de una a seis meses, según el grado de alcoholemia en que incurrieron los desaprensivos automovilistas.