Pese a las presiones que tratan de ejercer tanto las empresas de transporte así como del sector gremial que nuclea a los conductores de colectivos, la Municipalidad de San Isidro viene llevando a cabo rigurosos controles sobre la circulación del autotransporte público de pasajeros.
Dichos operativos, que se realizan en forma dinámica y simultánea en diversos puntos del distrito, particularmente en las principales avenidas, tienen por objetivo prevenir accidentes que ponen en riesgo la vida de transeuntes, los ocupantes de otros vehículos y hasta de los pasajeros, es decir los propios usuarios del transporte público.
Esos operativos se han ido intensificando con el correr de los días y continuarán realizándose sorpresivamente en distintos horarios y lugares –sin anticipar en que zona se realizarán-, para detectar y sancionar a aquellos cometen faltas graves, particularmente la de cruzar pese a la luz roja de los semáforos.
A diario, centenares de actas de infracción por violación de la luz roja han venido realizando los inspectores de Tránsito de la comuna sanisidrense, que cuentan con el apoyo de personal y móviles del programa Cuidado Comunitario.
Cuando se detecta el cruce en rojo, se detiene a los colectivos. Para el labrado de actas se requiere la documentación del vehículo. En no pocos casos, tal documentación no se encuentra en regla, por lo que, con el auxilio de grúas, se procede al secuestro de la unidad en cuestión.
Entre 8 y 10 colectivos han sido secuestrados por día, desde la puesta en marcha de los operativos, el pasado jueves 21.
Se han dado casos de llegar a detener a colectivos cuyos conductores, tras que el inspector de la propia línea de transporte controlara su horario, seguidamente cruzaron con luz roja.
Está claro, los inspectores Tránsito de la comuna deben lidiar en estos casos con los conductores de colectivos que buscar poner de su lado a los pasajeros, olvidándose de los riesgos a que los exponen al cometer tales violaciones a las normas de tránsito.
Contra algunos pocos que muestran enojo por las eventuales demoras, la gran mayoría de los usuarios del transporte público termiman por saludar con beneplácito los controles. Se ha dado en algunos casos, que los mismos pasajeros terminaran aplaudiendo a los inspectores municipales ante la irresponsabilidad de los colectiveros en su forma de conducir.
Reiteradamente, además, los mismos pasajeros alertan a los funcionarios acerca de que los choferes de colectivos van enviando, recibiendo y leyendo mensajes de texto en sus teléfonos celulares, concentrándose más en ese cometido que prestar atención a las circunstancias del tránsito en esos momentos.
Algunos pasajeros han dicho a los inspectores, que los colectiveros envian mensajes de texto a otros conductores, alertando sobre los lugares en que se están llevando a cabo los operativos de control.
