José Froilán González, uno de los pilotos más grandes de la historia del automovilismo nacional e internacional y que al mando de una Ferrari pasó a convertirse en una verdadera leyenda, fue protagonista el miércoles 25 de Abril del encuentro del ciclo de charlas que organiza el San Isidro Automóvil Club (SIAC) [Av. Santa Fe 1773, Martínez].

Especialmente invitado por el titular del SIAC, Pedro Alvarez, "Pepe", nacido en Octubre de 1922 en Arrecifes, cuna de campeones del automovilismo, compartió con un público ávido numerosas anécdotas de su carrera deportiva.

Entre otros recuerdos, González habló de su debut en el Gran Premio de Mónaco de 1950, con Maserati, en el que integró junto con Juan Manuel Fangio el equipo al que el Automóvil Club Argentino brindó apoyo para su proyección internacional.

Por supuesto, no pudo faltar en la reunión el recuerdo de su ingreso al automovilismo mundial cuando luego de registrar la "pole position", triunfa en el Gran Premio británico de Silverstone, logrando la primera victoria de Ferrari en un Grand Prix y derrotando a las hasta entonces imbatibles Alfa Romeo o "Alfetas".

En su trayectoria en Fórmula 1, Froilán González corrió 26 Grandes Premios y se coronó en 2. Su mejor ubicación en el Campeonato Mundial fue el subcampeonato logrado en 1954 con 25 puntos. Pero su consagración se produjo en las 24 horas de Le Mans de ese mismo año, cuando alcanzó la victoria en dupla con Maurice Trintignant al mando de una Ferrari 375 Plus.

Con su habitual locuacidad y franqueza, Froilán abordó una cuestión de dolorosa actualidad. Recordó que allá por los "años '50/'51, con Juan (por Fangio) fuimos los que hicimos las pruebas piloto con los frenos a disco", que muchos años después terminaron incluyéndose en los automóviles convencionales.

Lamentó la frecuencia con que se están dando accidentes con luctuoso saldo tanto en el automovilismo de competición como en las calles en la Argentina e hizo hincapié en la necesidad de extremar la seguridad. "El problema que hoy tenemos en el país es similar al que tenía Italia allá por la década del 50, con muchos muertos a diario. Con autopistas, el respeto a las normas y avances en lo que hace a la seguridad, pudieron resolverlo. Aquí, debemos transitar el mismo camino, aprovechar esa y otras experiencias internacionales para evitar este tremendo saldo cotidiano de víctimas", remarcó.