Esperanza para desocupados
[2006] - Desde hace siete años funciona en el Club Independiente de Beccar, el Taller de Trabajadores Desocupados "Esperanza"; en este lugar las personas que se acercan, encuentran un espacio de contención, donde poder charlar sobre el flagelo ocasionado por la desocupación. A la vez, se brinda asesoramiento profesional, se realizan trabajos en grupo y hay talleres de capacitación, dónde se preparan diseños de nuevas estrategias laborales y se promueve el desarrollo de microemprendimientos.
"Nuestra vocación es el trabajo y no la desocupación", es el lema con el cual, Carlos Molina, presidente del Centro, nos recibe. Este hombre, de 55 años, trabaja sin descanso para ayudar a revertir una situación tan angustiante, como es la de no tener trabajo y que lamentablemente, hoy en día padecen miles de argentinos.
"Cuando terminó un taller para desocupados –comienza relatando Carlos- en el cual participé, sentí que algo se quebraba dentro de mí, en ese lugar uno encontraba quien lo escuche, ya que muchas veces ni la familia puede entender lo que uno siente; fue entonces que pensé que sería bueno seguir adelante con estas reuniones para ayudar a las personas que esten pasando por una situación similar, le tiré la idea a mis compañeros y estuvieron de acuerdo, comenzamos 8 personas y hoy somos 150, el crecimiento que tuvimos es el testimonio de que la idea de seguir no había sido tan mala".
El primer paso, sería el de elegir el nombre para la nueva agrupación, "Esperanza", fue el elegido luego de descartar otros, y hacía referencia al sentimiento que tenían sus integrantes.
"Muchas de las personas –relata el presidente- que integran nuestro grupo, son profesionales que están muy bien preparados, pero han quedado fuera del sistema, porque las empresas donde trabajaban hicieron reducción de personal y estas personas no pudieron reubicarse, en muchos casos por su edad, ya que el mercado laboral, de alguna manera se discrimina a los que pasaron los 40. Cuando uno pierde el trabajo, se puede llegar a un estado de angustia y depresión peligrosos; el hombre ante esta realidad pierde su dignidad, las secuelas de estas situaciones suelen ser muy dramáticas; para aquellos que defendemos a la familia como base de la sociedad es muy doloroso ver como se quiebran los lazos entre esposos y entre los hijos a causa del desempleo".
"Esperanza", se maneja con una importante base de datos, en la cual alberga detalladamente los curriculums de los asociados, los cuales son presentados en consultoras o en empresas directamente, hasta el momento el resultado ha sido muy positivo ya que han logrado reubicar, en algún puesto laboral, al 30 % de los socios, que en su mayoría son mujeres, al respecto Carlos asegura "a la mujer le cuesta menos pedir ayuda o salir a buscar una solución, el hombre es más reacio en estas situaciones".
El trabajo que realizan semana a semana, quienes tienen a su cargo el Centro, es minucioso, a pulmón y poniendo del propio bolsillo dinero para poder imprimir folletos o mandar cartas a las empresas.
Uno de los microemprendimientos que también han concretado, es de apicultura y avicultura, ya que una persona puso a disposición del Centro, 3 hectáreas en Cañuelas, para que puedan trabajarlas y repartir las ganancias entre los componentes del equipo que realicen esa ocupación.
También tienen la idea de armar un taller de costura, algunas máquinas ya han sido donadas. Por otra parte, un vecino que tiene un restaurante en Tigre para 50 mesas, que es un barco anclado, lo puso a disposición del Centro para que puedan trabajarlo, y como varios integrantes de Esperanza son especialistas en gastronomía, han tomado la propuesta con mucho entusiasmo.
-> Martha Schmidt mschmidt@portalunoargentina.com.ar
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