Celebrar 50 años
[2006] - La misa de las 19:00 en la Catedral de San Isidro del viernes 15 de Septiembre no fue una misa mas, como en realidad ninguna celebración eucarística lo es. Pero hubo un hecho especial para una familia y para una comunidad.
El templo mayor sanisidrense recibió al matrimonio Testorelli para agradecer por los 50 años desde aquel lejano comienzo en que decidieron compartir el resto de sus vidas.
Aquel Sí estuvo pensado, evaluado y, sobre todo, avalado por la convicción de desear fundar una familia. El tiempo y la comunidad son testigos de que el matrimonio Testorelli conformado por Norberto y Susana es como quiso ser: trabajador, fructífero y respetuoso.
La Santa Misa fue oficiada por el padre Pedro Oeyen quien en su homilía señaló que la función básica de un matrimonio es la transmisión del amor, y que no es posible construirlo sin una base profunda de aceptación del otro y de superación de los conflictos que vayan surgiendo. Y a eso se suma la decisión de ese hombre y esa mujer en traer hijos al mundo para completar esa unión y transmitir ese amor.
Como es habitual en estas celebraciones los esposos hicieron también la renovación de sus promesas de fidelidad formuladas en el momento del casamiento, lo que fue cumplido incluso con algunas respetuosas y oportunas sonrisas.
Antes de finalizada la misa, el obispo diocesano, Mñor. Alcides Jorge Casaretto, cumplió en leer una bendición especial proveniente nada más ni nada menos que su Santidad el Papa Benedicto XVI para el matrimonio Testorelli y su familia.
Luego de ello, todos los asistentes pudieron saludar afectuosamente a Norberto y Susana -fundadores de una familia con una activa participación en las cuestiones de la comunidad- en un momento especial, del que fue altamente agradable participar.
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