[2006] - En el día en que la feligresía recuerda a San Isidro Labrador se realizaron las tradicionales celebraciones que incluyeron procesión por las calles del centro sanisidrense y Santa Misa en la plaza Mitre.
Seguramente estimulada por la gran difusión que están teniendo las acciones celebratorias de los 300 años, en esta ocasión el público que acompañó las imágenes del Santo y su reliquia, y de su esposa Santa María de la Cabeza fue superior a otras fiestas. Es posible que el buen tiempo y la agradable temperatura imperante colaborara también con ese hecho.
Como es habitual la procesión partió de la Catedral y contó con la presencia del obispo Jorge Casaretto, del intendente Gustavo Posse, acompañado por su esposa, la doctora María Fernanda Nuevo de Posse, de concejales y funcionarios municipales y numerosos vecinos.
Luego de recorrer junto a jinetes de la agrupación Tradicionalista Argentina El Lazo y miembros del cuerpo activo de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro, la calle 9 de Julio, Acassuso, Martín y Omar y Av. del Libertador, la feligresía colmó la plaza Mitre para participar de la misa -presidida por el obispo- que contó con la presencia del coro de la Catedral que entonó partes de la Misa Criolla.
Durante la celebración eucarística el obispo de San Isidro, monseñor Casaretto, expresó "Si podemos plasmar en nuestra vida estas virtudes que nos dejó este santo ciertamente vamos a ir fundando la esperanza de nuestros jóvenes, de nuestros niños y esto es una virtud fundamental. San Isidro tenía esa esperanza fundante de su vida que era la de querer llegar un día a encontrarse con Dios. Y lo logró".
"El hecho de que la Iglesia lo haya proclamado Santo nos da a nosotros la certeza de que él está en la presencia de Dios. Y por eso le rezamos, por eso le pedimos y por eso le agradecemos, porque sabemos que en la presencia de Dios es un buen intercesor por cada uno de nosotros. Esa es la esperanza fundante de todos los cristianos: tenemos que ser buenos hijos de Dios, tenemos que permanecer en Jesús como nos dice el Evangelio, permanecer en la comunión con Dios para llegar un día a esa plena comunión de la presencia en Dios. Esa es nuestra gran esperanza".
"Pero también tenemos que ir creciendo en las virtudes, para generar un contexto de mayor esperanza aquí en la tierra. Para todos aquellos que vienen detrás nuestro, aquellos que tienen derecho a esperar de nosotros, que generemos un contexto de vida mucho mejor, mas humano, mas digno, un contexto de vida donde todos podamos sentirnos y vivir como verdaderos hijos de Dios".
“Seguramente Domingo de Acassuso nunca imaginó las consecuencias de su fundación, pero la intencionalidad de poner este lugar bajo la advocación de San Isidro Labrador ya estaba indicando algo por tratarse del Santo de la providencia, de la confianza en Dios, de la vida en familia y del trabajo”.
Por su parte el intendente de San Isidro expresó que "San Isidro era un agricultor. Él y su esposa hicieron votos fuertes, votos de pobreza, votos de celibato, y me parece que saber que el nuestro es un santo pobre, que el nuestro era un santo trabajador, y que así es como creció lo que hoy son cinco ciudades que toman el partido y que toda la diócesis a su vez son cuatro partidos, que son ya casi un millón y medio de habitantes, y que todos tratamos de tener esa búsqueda, que es una búsqueda de esfuerzo, de labor. Hoy un intelectual díria "un camino crítico", bueno, para eso se necesitaba un santo como San Isidro, para cruzar un camino crítico"
"A mí, particularmente esta celebración me da mucha energía, me emociona y hay que destacar el esfuerzo de la Iglesia que cada vez la hace más linda, más religiosa".
"Y el hecho de que muchos vecinos se acerquen a participar de esta fiesta religiosa muestra la integración, que es lo que buscamos para este San Isidro que este año cumple nada menos que 300 años", concluyó Posse.
Finalizada la Santa Misa se realizó en el escenario montado a espaldas de la calle La Salle, al pie de la plaza Mitre, un espectáculo folclórico con la participación de Melania Pérez, de Guillermina Beccar Varela y el "Chango" Spasiuk.
