Con la adhesión de unos 400 empleados de la Municipalidad de San Isidro (sobre un total de 6.000) y con los servicios municipales funcionando con normalidad se realizó durante el jueves 12 y viernes 13 de Septiembre el paro anunciado por el Sindicato de Trabajadores Municipales de San Isidro.
"El paro es puramente político, promovido por el kirchnerismo, que negó la conciliación obligatoria, afectando a los vecinos por tratarse de un distrito que no los vota", sostuvo Manuela López Menéndez, jefa de Gabinete de San Isidro.
Sobre el mediodía una manifestación de municipales de Esteban Echeverría, Tigre, Hurlingham, Morón, San Fernando, además de representantes de Confederación de Trabajadores Municipales de la República Argentina, el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de La Plata, entre otros, cortó el tránsito de la avenida Centenario, frente al edificio administrativo municipal.
"Todo apunta a Walter Correa, ministro de Trabajo provincial, quien se ha negado a dictar la conciliación obligatoria frente al reclamo salarial de los trabajadores", expresaron desde el gobierno de San Isidro, al tiempo que denunciaron que detrás de la decisión de la gobernación de negar la conciliación, hay intereses políticos y que no hay verdadera vocación por encontrar una solución para los trabajadores.
La gestión Lanús señala que la caída del poder adquisitivo del salario municipal es una realidad en toda la Provincia de Buenos Aires y que no es ajena a San Isidro.
Con las últimas actualizaciones pautadas para agosto y septiembre, el aumento acumulado de 2024 queda en un 92,66%. Además, señalan, se actualizaron las compensaciones por horas extra y se puso fin a las arbitrariedades en el pago de las mismas.
Por último, informaron desde la Municipalidad, que se otorgaron dos bonos en Enero y Mayo, y en Septiembre se suma otro. Cabe aclarar que los ajustes de los últimos dos meses aplican, a diferencia de otros años, a bonificaciones y complementos.
A pesar de estas mejoras, el sindicato, con apoyo desde La Plata, promovió un paro de 48 horas que, según el informe municipal sólo tuvo la adhesión de algo más del 6% de los trabajadores.