El 70% de los niños argentinos son pobres
No es una novedad, lamentablemente, que la Argentina está poblada en su mayoría por pobres e indigentes.
Gobierno tras gobierno, desde hace décadas, cuanto pilar social existe ha sido destruido, cuando no seriamente debilitado.
Es verdad que son los políticos los que viven alejados de la realidad, no saben (o no les importa) lo que es tener hambre o comer cualquier cosa, tener frío, carecer de servicios básicos, los principales causantes de la situación. Son ellos los que dan discursos en campaña con aparente sensibilidad, pero sus acciones de gobierno demuestran que las urgencias están muy lejos de evitar el hambre y todo lo que se asocia a la marginalidad social.
Sean funcionarios o legisladores en cualquier nivel de gobierno, nunca harán algo que los saque de su burbuja. Disfrutan de sus beneficios, favorecen a sus allegados, gozan de los privilegios y ocasionalmente se acercarán a un pobre, pisarán el barro. Arribaron a un lugar de preferencia y piensan que tienen "derecho" a cobrar varios millones cada mes. No desean volver a contar las monedas para vivir.
Los ciudadanos saben que así han sido los políticos, los gobernantes, los legisladores y posiblemente así sigan comportándose. Los que nos caen bien y los que nos caen mal.
Entonces, mientras sucede "el milagro" de que los políticos resignen sus beneficios y comodidades, deben los ciudadanos comunes que entiendan que están en posibilidades de mejorar las cosas, gente capaz de dar de comer, de dar trabajo, de formar, de dar "cañas de pescar", de favorecer integralmente a niños y adultos, animarse a hacerlo.
Privarse, si es necesario, para que otro tenga comida, abrigo y lo necesario para progresar. Dejar de gastar innecesariamente el dinero en cosas secundarias y ponerlo al servicio de una buena causa: la defensa integral de la vida de los más necesitados. Tal vez nadie les dé un premio por ello, pero habrá quienes tendrán un poco de "justicia".
La pobreza en la Argentina alcanzó al 54,9% y la indigencia es del 20,3% en el primer trimestre del 2024, según los datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina en base a la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC.
La región de Gran Resistencia (Chaco) es la más pobre del país con una tasa del 79,5%. Allí, la indigencia alcanza al 38,6% de la población. Le siguen Formosa con un 72% de pobres y Santiago del Estero-La Banda con casi 30% de indigentes. La mayoría de las regiones tienen niveles de pobreza por encima del 50% y del 15%, en el caso de la indigencia.
Agustín Salvia, director del Observatorio, informó que las tasas de pobreza e indigencia del Conurbano Bonaerense, que son del 62% y 25%, respectivamente.
El 44% de los trabajadores reside en hogares pobres “a pesar de la sustantiva mejora que registraron la Asignación Universal por Hijo y las transferencias por Tarjeta Alimentar durante los primeros tres meses del año”.
"Las tasas de indigencia y de pobreza infantil habrían alcanzado niveles casi récord: 7 de cada 10 niños viven en un hogar pobre, mientras que 3 de cada 10 lo hacen en un hogar indigente, con ingresos que no cubren el valor de una Canasta Básica Alimentaria”.
En el cuarto trimestre de 2023 la pobreza era del 45,2% y la indigencia del 14,6%.
El Observatorio señala que las causas del agravamiento de la situación están en las devaluaciones y su impacto en los precios, sin que se hayan generado subas inmediatas y similares en los salarios.
Las remuneraciones de los asalariados formales y clases medias no lograron acompañar a la inflación (incluidos los jubilados y pensionados), al mismo tiempo que cayeron en la indigencia trabajadores informales pobres ante la falta de demanda de trabajo y mayor competencia de precios.
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