Todos han ido regulando sus gastos, cambiando lugares de compra, eligiendo marcas más económicas, haciendo algunas cosas caseras, pero puede ser que muchos no hayan considerado aún aquellos derroches de gas o electricidad fruto de costumbres que conviene corregir.

PARA NO GASTAR MÁS DE LO NECESARIO

• Hacer revisar estufas y cocinas por gasistas (matriculados) para que el funcionamiento sea seguro y no se gaste más.
• No poner la llama de la hornalla más allá de la medida del recipiente (pava, hervidor, etc.)
• Regular la temperatura del termotanque para que no sea necesario mezclar con agua fría para lavar o bañarse. A mayor temperatura más seguido se deberá encender el quemador para mantenerse.
• Revisar el cierre de ventanas y puertas para que no se escape el calor del interior de la casa y no ingrese frío. Recurrir a burletes y no olvidar que es importante mantener ventilados los ambientes.
• Calentar un litro de agua en una pava eléctrica es mucho más caro que hacerlo con una pava sobre una hornalla.
• Apagar las luces de los ambientes que no se usen.
• Prender la luz sólo si es necesario.
• Desenchufar los artefactos eléctricos que no se usen, en especial los que tienen una luz testigo (roja). Si no se hace hay un consumo "silencioso" que se verá reflejado en la factura.
• Desenchufar el cargador del celular. No sólo por consumo sino también porque es un riesgo de incendio.
• El lavarropas con un programa de agua caliente gasta un 80% más que con agua fría.
• Si los filtros del aire acondicionado están sucios aumenta el consumo.
• La plancha es un artefacto que consume mucho, por lo que es conveniente aprovechar para planchar varias prendas al encenderla. Es mal negocio enchufarla sólo para una camisa.
• Hasta que el horno esté a una temperatura adecuada para cocinar ciertos alimentos el consumo de gas es elevado. Por eso puede ser conveniente planificar la cocción de varias comidas cuando se lo enciende.
• Si en verano o con la casa muy calefaccionada, se abre seguido la heladera se pierde frío y el motor debe volver a encenderse. Regular la heladera a la temperatura adecuada y sacar o guardar cosas en un mismo paso, puede mejorar el consumo eléctrico.
• La estufa es un artefacto que consume mucho. Por eso es conveniente tener un termómetro que indique una temperatura adecuada (21ºC) y evitar la fuga de calor de los ambientes y que entre frío. Burletes y cortinas adecuadas pueden ayudar.
• La batería de un celular con el brillo alto la pantalla se agotará más rápido y obligará a su recarga. Encontrar una luminosidad adecuada reducirá el gasto de la batería y prolongará su vida útil.