Según el sondeo del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina el 44,7% de la población (17,5 millones de personas) es pobre (un 4% más que en 2022) y el 9,6% vive en la indigencia (4,2 millones de personas).
"Los efectos de la inflación sumados al estancamiento de la economía y la situación de empleo informal hacen que en la Argentina los niveles de pobreza hayan aumentado. Y todos los indicadores muestran que esa suba de cantidad de pobres o nuevos pobres seguirá en aumento el año entrante", alertó Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la U.C.A.
Sin la contención social a los sectores vulnerables los niveles de pobreza serían mayores todavía.
El informe revela la existencia de "trabajadores pobres", personas que trabajan pero no les alcanza para vivir, se encuentran en la informalidad, tienen cobertura de salud o educación precaria o viven en casas que se condicen con la pobreza.
El 13,9% de los niños (desde recién nacidos hasta los 17 años) padece hambre en la Argentina durante 2023.
El 35,7% de la población reside en hogares que no tienen ingresos por empleo registrado o jubilaciones o pensiones contributivas.
El 20,6% de los hogares en la Argentina (casi un 2% más que en 2022) no tiene qué comer al menos una vez por día.
El 35,7% de la población no tiene acceso al empleo y a la seguridad social.
El 26,5% de la población tiene empleo precario, el 24,3% tiene subempleo inestable y el 8,8 está desempleado, lo que equivale al 60% de la población.
La encuesta de la Deuda Social de la UCA se hizo sobre un muestreo de 5.760 hogares en grandes conglomerados urbanos que abarca el área metropolitana del Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza, Salta, Neuquén, La Rioja, San Juan, Tierra del Fuego, Chubut y Chaco.