El sábado 12 de Noviembre, con una fiesta que incluyó baile, acrobacias, música y muchos vecinos, se llevó a cabo la reapertura de la icónica Plaza Mitre, luego de las obras realizadas de restauración.
Este espacio de unos 10.000 m2 junto a la Catedral, cuenta con arbolado, monumentos de Bartolomé Mitre, Horacio BeccarVarela y el padre Pedro LeopoldoMenini, un reloj floral inaugurado en 1913, una importante escalinata, bancos, bebedero, farolas y el solado de ladrillos.
"Estas obras son las que quedan en la memoria para siempre. Esta plaza es parte de la identidad sanisidrense, un lugar no solo de encuentros entre vecinos, sino de los episodios más relevantes de nuestra historia. Logramos recrear la atmósfera y los elementos originales que por el paso del tiempo se habían deteriorado”, señaló el intendente GustavoPosse, luego del tradicional corte de cintas.
La Plaza Mitre integra el solar declarado Lugar Histórico Nacional el 10 de Octubre de 1963, durante la presidencia del Dr. José María Guido. El proyecto de restauración presentado oportunamente contó con la conformidad de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.
Una parte clave para la reconstrucción de este espacio fue la obra hidráulica que incluyó la colocación de un colector pluvial sobre la calle Ituzaingó conectado a otro que desemboca en Primera Junta y las vías del Tren de la Costa, para recibir los desagües internos de la plaza que fueron reconstruidos en su totalidad. "Fue fundamental teniendo en cuenta que esta plaza fue realizada hace más de 100 años en un baldío, por lo que el agua penetró debajo y quebró la estructura", precisó Posse.
Esta situación se sumó al deterioro causado por las raíces de las tipas que levantaron y rompieron los solares, las escaleras y los cordones de la vereda. Por lo que la Municipalidad llevó adelante un minucioso trabajo de mantenimiento de la arboleda compuesta por unos 72 ejemplares añosos. A modo preventivo, construyeron tabiques de hormigón para que las raíces en su desarrollo no rompan los nuevos solados.
En lo que respecta a la inclusión y a la accesibilidad, se instaló una rampa para que las personas con movilidad reducida puedan transitar la parte baja del lugar. Y se sumó un solado especial para personas ciegas.
Entre las novedades se encuentra un espacio subterráneo que ofrece a los visitantes un recorrido visual, histórico y evolutivo de la plaza y su entorno, alrededor del que se sucedieron acontecimientos públicos remotos. Además, se construyeron baños públicos.
Siguiendo el criterio de mínima intervención y máxima preservación, se removieron las rejas que rodean todos los canteros que, además, recuperaron su traza original y pusieron en valor las escalinatas con sus balaustradas.
En la zona baja, se recuperaron los ladrillos centenarios “San Isidro” y fueron colocados en un lugar especial como reconocimiento a la historia. Muy cerca, se encuentra el emblema de la plaza y principal destino turístico: el reloj floral, que su puesta en valor marcó un hito en esta reconstrucción.
Los monumentos históricos fueron restaurados así como las placas de reconocimientos. Se respetaron las características de las farolas existentes, se alinearon los cordones originales y se mantuvo el color original del solado en la parte superior de la plaza.
“Esta obra formó parte de un plan integral de renovación del casco histórico. Nuestra idea es fomentar la economía local; con la estación fluvial, el circuito gastronómico en el Bajo de San Isidro, la recuperación del Puerto, la Plaza Mitre, el centro comercial y los museos. Buscamos potenciar las fuentes de empleo y preservar el patrimonio histórico del distrito”, completó Posse.
Los vecinos disfrutaron de un espectáculo a cargo de la orquesta típica Benavídez Cuarteto Tango, y muestras de baile. Hubo puestos de venta de pochoclos, pirulines, copos de nieve, helados y molinitos; los clowns de Broca, de Marcelo Katz; y el artista del barrio Riki Ra.
El cierre estuvo a cargo de Santiago Vázquez con su grupo GPS, con su original lenguaje de señas.