El censo 2022 -cuya versión digital ya comenzó el miércoles 16 de Marzo- no considera a las personas con discapacidad. A pesar de las gestiones de distintas organizaciones, el INDEC dejó de lado a la población con argumentos diversos que llevan a la conclusión de que al Estado Nacional el tema no le interesa realmente.
Ese mismo día hablamos con Alejandra Belyin, miembro de la Comisión Directiva de ASDRA (Asociación Síndrome de Down de la República Argentina), que señaló que no hay ningún país del mundo que tenga datos de población con Síndrome de Down y que la Argentina, si el organismo que dirige el economista Marco Lavagna (47) se hubiese interesado, habría sido el primero en tenerlos.
Ante la consulta sobre qué explicación podría tener tal desinterés, la entrevistada expresó que un registro oficial serio y detallado de personas con discapacidad llevaría al Estado a elaborar políticas públicas, lo que implica trabajo, presupuesto y compromiso.
En Noviembre de 2021 habíamos conversado con el titular de esta asociación con más de 3 décadas de existencia, AlejandroCytrynbaum, quien se mostraba confiado en que el Estado Nacional comprendiera la importancia de tener datos concretos para llevar adelante políticas públicas acertadas, no sólo para personas con Síndrome de Down sino para toda persona con discapacidad.
Pero no sólo sigue habiendo ausencia de datos sino que las respuestas del INDEC frente a los planteos para que este censo haga la diferencia han sido realmente insólitas.
Una de ellas fue que preguntar por discapacidades en personas de la casa incomodaría a la población y que eso favorecía que se respondieran falsedades. Una actitud que demuestra, al menos, un alejamiento de la realidad. Las personas con discapacidad se reconocen como tales y no tienen miedo o vergüenza de hablar del tema. Incluso se rechazan eufemismos como "no videntes", "personas con capacidades especiales" o cosas parecidas.
La otra descabellada respuesta del INDEC fue que con posterioridad a este censo se haría otro para recabar datos sobre personas con discapacidad. Una real torpeza duplicar el gasto con otro censo por no incluir en este las preguntas que se reclaman. Aunque seguramente se trate de una falsa promesa.
Según los datos recogidos por ASDRA (que no abarcan lo que podría abarcar un censo bien hecho) el 48% de las personas mayores de 12 años con Síndrome de Down, no habían ingresado al secundario y el 17% de las personas con este trastorno entre 3 y 17 años, no está integrado al sistema educativo. El 85% está fuera del mercado laboral y el 93% de los que tuvieron alguna formación no pudo acceder a ningún trabajo.
Este censo 2022 incluye una pregunta difusa sobre "dificultades o limitaciones" para "caminar o subir escaleras", "recordar o concentrarse", "comunicarse", "oír" (incluso con audífono), "ver" (incluso con anteojos) y "comer, bañarse o vestirse". Una supuesta Encuesta Nacional de Discapacidad que se realizaría en 2023 saldría a repreguntar en aquellos hogares donde se hayan mencionado casos de "dificultades o limitaciones".
Finalmente, vale mencionar que el INDEC parece creer que el número de personas con discapacidad es idéntico al de C.U.D. (Certificado Único de Discapacidad) que se ha expedido. La realidad indica que no todas las personas con esa condición tramitan ese documento. Según ASDRA el 66% de la población con discapacidad no lo tiene.
