Una fiesta para esperar el Día de la Independencia
Como sucediera en 2016, se llevó a cabo la vigilia del 9 de Julio en la plaza homónima, en Martínez.
Poco a poco, desde las 21:00 del sábado 8 de Julio, los vecinos fueron acercándose para disfrutar del baile, la música y las propuestas gastronómicas en la histórica plaza.
Hubo clases de tango y milonga a cargo de Gustavo "El Morocho" Gutiérrez y Zulma Ríos al ritmo de la Orquesta Típica Sans Souci con la voz de Walter “Chino” Laborde. También la música llegó de la mano de Alejandro Pont Lezica.
Sobre el lateral de la plaza que daba Monseñor Larumbe se ubicó un puesto de Locos x el asado, que convocó con sus clásicas exquisiteces a los vecinos que no quisieron perderse ese disfrute. Por su parte, los scouts se ocuparon de ofrecer oportunas sopas y fogones, para combatir las bajas temperaturas.
 Minutos después de las 23.30, la Banda de Música de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro se ubicó en el centro de la plaza y luego de algunas marchas argentinas se llegó a la medianoche cuando los acordes del Himno Nacional invadieron todo, ya colmado de vecinos, funcionarios y representantes de entidades intermedias.
Reflexionando sobre la fecha patria, el vicario parroquial de Santa Teresa del Niño Jesús, pbro. Maximiliano Cisneros, expresó "Es muy lindo descubrir que somos parte de esta gran familia que se llama Argentina. Hoy celebramos los colores de nuestra Patria, pero la Patria la vamos haciendo entre todos en lo cotidiano, en el caminar permanente, soñando como han soñado nuestros antecesores, con convicciones profundas, con valores que no se negocian, con certeza en nuestra palabra y con una alegría que nos marca el rumbo. Vamos a rezar para pedirle a Dios que, así como nos fue acompañando a lo largo de la historia nos acompañe para soñar una Argentina unida".
"San Isidro es preconstitutivo de la nacionalidad", señaló luego el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse. "De alguna manera, todos los que acá nos hacemos presentes tenemos que ver con una historia linda. Antes el día previo al 9 de Julio no había cita acá. Hubo una autoconvocatoria en el momento más difícil de la crisis, en 2002, que vimos llega vecinos por las diagonales cuando se llegaba a la medianoche. Y despúes se fue haciendo más fuerte esta presencia. Queremos que se siga haciendo siempre y con alegría. Lo que tenemos que resolver los argentinos es la cultura del encuentro."
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