Pochoclo, pororó, popcorn... un negocio que explota
Hay gente que le molesta que otros coman mientras se exhibe una película en el cine. Son los menos. La mayoría ya incorporó que el pochoclo, entre otras cosas, es parte de la compañía cuando uno se instala en la butaca.
El maiz pisingallo es algo realmente económico. Pero cuando se convierte en las tentadoras palomitas no sólo se inflan los granos, sino que también lo hacen los precios.
Para preparar el famoso balde de pochoclos se pueden usar unos 120 gramos de maiz. El kilo de esos granos en un supermercado o un comercio de "todo suelto" ronda entre los 13,50 y los 19,90 pesos.
Quiere decir que, contando sólo los granos al precio de un consumidor cualquiera, el contenido del balde cuesta entre 1,62 y 2,38 pesos. Seguramente los valores de la materia prima en una compra en grandes cantidades será inferior aún.
¿Como se llega al precio de 80.- pesos al consumidor final en los complejos de cines...? Aún sumándole los costos del balde y algunos otros elementos, es difícil llegar a ese valor. De todos modos, curiosamente, quienes se preparan para ver una película no dudan en pagarlo. Como también pagan bastante más caro que en cualquier kiosko las golosinas que se ofrecen.
Los complejos de cines facturan entre pochoclos y gaseos unos 100.000.000 de dólares al año y, como se ve en las superficiales cuentas que hacemos, la mayor parte de ese valor es sabrosa ganancia.
La Argentina es el primer exportador de maiz pisingallo.
¿Cómo preparar pochoclo en casa?
En lo posible utilizar una olla de fondo grueso. A fuego medio-alto poner un poco de aceite, manteca o margarina. Cuando levante temperatura poner unos puñados de maiz pisingallo como para cubrir el fondo (evitando que se superpongan). Remover con cuchara de madera hasta que empiecen a explotar. Mantener tapada la olla. Cuando dejen de explotar agregar un par de cucharadas de azúcar y remover para que el caramelo que se irá formando bañe todo. Retirar con cuidado y ¡A disfrutar de una película en casa!
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