En el Bajo de San Isidro no hubo anegamientos gracias al sistema de estaciones de bombeo y albardón que conforman la defensa costera. El sistema hidráulico respondió adecuadamente a la sudestada, cuyo pico máximo se registró a las 5.30 con mareas que alcanzaron una altura de 3.30 metros.
“A pesar de que cayeron más de 300 milímetros de agua (algo excepcional para esta altura del año) y hubo vientos fuertes, la zona del Bajo de San Isidro quedó a salvo del agua. El sistema de bombeo funcionó perfectamente”, resumió Marcelo Holasek, director de la defensa costera de San Isidro.
El arquitecto Alejandro Alvarez de Toledo enfatizó: “No nos hemos inundado por una sencilla razón: venimos haciendo obras hace más de 20 años”.
La defensa costera es un terraplén que impide el ingreso de agua a zonas urbanas. Tiene 4.300 metros de largo que representan 4 kilómetros y 3 cuadras y una altura de casi 5 metros. Posee un recorrido sinuoso que nace en Rondeau (Beccar) a la altura del Colegio Marín y termina Estación Las Barrancas (Acassuso).
Estaciones de Bombeo: Cuando el río está alto, las bombas extraen el agua y lo tiran por sobre el nivel del albardón al Río de la Plata. En total hay siete plantas de bombeo (España y Mitre; Leloir, Martín y Omar, Roque Sáenz Peña y Los Álamos). Próximamente habrá una octava.