Las muertes por casos de desnutrición que se convirtieron en noticia nacional impulsaron un duro análisis de la Iglesia. Monseñor Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, expuso su preocupación por lo que sucede en la Argentina.
"Sé que hay situaciones de desnutrición infantil en varios lugares del país, que nos muestran una realidad muy dura que se repite en diferentes zonas", señaló monseñor Lozano, quien de esa manera desestimó el argumento del gobierno nacional, que habla de "casos aislados".
"Esto a veces toma estado público y otras queda en lo oculto de una zona, o parecieran muertes por alguna enfermedad, pero siempre son decesos vinculados a la pobreza o a no tener la alimentación adecuada", remarcó el obispo de Gualeguaychú.
El prelado apuntó contra quienes deben trabajar para que esto no suceda: "A veces se manipulan las estadísticas para no hacerse cargo de la realidad, habría que preguntarles a quienes tenían los datos y no los dieron a conocer".
En una entrevista con el diario El Tribuno, monseñor Lozano advirtió que "más allá de lo que exponen los números", hay más casos que no se toman como tales: "Que el desenlace sea o no la muerte no implica que la única desnutrición infantil sea la que termina en el fallecimiento, hay otras secuelas".
Consultado sobre si puede haber una pronta solución, el obispo consideró que "no es imposible"; para conseguir -indicó- hay que "organizar programas que lleguen a aquellos lugares donde hay situaciones persistentes de pobreza".
"La Argentina ha tenido un crecimiento económico importante y ha logrado reducir la pobreza. Sin embargo, hay lo que se llaman núcleos duros de pobreza a los que cuesta mucho llegar por situaciones vinculadas a la geografía y otras veces también por cuestiones ligadas a lo cultural que hace que las ayudas que están disponibles no lleguen", finalizó.
