En los últimos dos años, la municipalidad de San Isidro fue reemplazando los semáforos existentes por los actuales, de tecnología LED y de 12 volts, que permiten un ahorro de energía y una mejor visualización a cualquier hora del día, y a los que se los define como "inteligentes" por su alta capacidad de procesamiento de datos y su electrónica de última generación.
De los 213 cruces con semáforos, 175 ya fueron reemplazados por estas unidades que pueden responder de manera autónoma a señales de sensores, enviar datos y alarmas y corregir sus programaciones.
Su equipamiento les permite funcionar de manera centralizada (conectados a una computadora central), o autónoma (en caso de corte de comunicaciones con la Central, los controladores asumen funcionamiento autónomo).
También admiten programación local y remota gracias a sus sensores que pueden modificar sus programas para ir adaptándose a cambios de volumen de tránsito y de velocidades. Por ejemplo, el corredor de emergencias para ambulancias (que activan los mismos conductores), los detectores auto-regulados para giros o salidas de fábricas, y la coordinación con las barreras de ferrocarril.
Esta tecnología es de bajo consumo. Cada controlador es de 25W (antes eran de 150W), y los semáforos consumen entre 4 y 11 W (las lámparas incandescentes consumían entre 75 y 100W). De este modo, en un cruce se pasó de un consumo de 1000W a 90 W de potencia una vez cambiado a LED.
Con este nivel de consumo es factible el uso de UPS/Baterías para evitar complicaciones por falta de energía en cruces conflictivos o eventos especiales. Así, los semáforos pueden ser conectados a colectores solares o eólicos para recargar las baterías; ya existen en San Isidro semáforos inteligentes que funcionan con energía solar.
Estos semáforos inteligentes tienen una vida útil de 100.000 horas, contra las 6.000 de los incandescentes o las 2.000 horas de los halógenos.
La Municipalidad proyecta que, antes de fin de año, la totalidad de los cruces de semáforos utilizarán tecnología LED.