Emocionante evocación de un héroe de la comunidad
La comunidad de San Isidro recordó durante una celebración religiosa y en un sentido acto posterior al capitán Aldo Roberto Garrido al cumplirse un año de su fallecimiento producido cuando intentó evitar un robo en un local del centro comercial local.
Las actividades conmemorativas comenzaron a las 19:00 del miércoles 17 de Febrero con una misa celebrada por el obispo de San Isidro, monseñor Alcides Jorge Pedro Casaretto, en coincidencia con el inicio del tiempo de Cuaresma, el Miércoles de Ceniza, con la concurrencia de cientos de fieles, además de conocedores de la nobleza y capacidad de servicio del recordado Aldo Roberto Garrido.
Durante la misa el obispo señaló en la homilía que "la misión de Jesús no termina en la cruz, sino que se continúa en la resurrección. Él nos lleva a la casa del Padre. Y su Padre está con los brazos abiertos esperando que volvamos a 'esa' casa. Dios es Padre no sólo porque está en el principio de nuestra vida sino significa que está sobre todo en el final. Cuando a uno se le mueren los padres -aquí en la tierra- uno entiende que no tiene casa, que mientras los padres vivían uno sabía que tenía a dónde llegar. La paternidad de Dios significa que pase lo que pase, si nosotros caminamos con Jesús, sabemos que tenemos un destino en la casa de nuestro Padre Celestial."
Sobre la figura del capitán Garrido, el obispo Casaretto expresó que "la muerte de Don Aldo fue fruto de una injusticia, de un crimen, ese hecho fue un hecho realmente trágico, pero la justicia humana no es la justicia divina. La presencia de todos ustedes es como un gran reconocimiento para Aldo Garrido. Pedimos por su alma, por su esposa, por sus familiares, pedimos por todos nosotros para que este hecho tan duro también nos sirva para mejorar nuestra convivencia."
Finalizada la celebración religiosa -que incluyo la imposición de las cenizas- tuvo lugar en la esquina de Pasaje Capitán Aldo Roberto Garrido (tramo de la calle que recuerda al policía) y Belgrano el descubrimiento del busto que recordará para siempre a este héroe sanisidrense.
Participaron de los actos de homenaje, además de autoridades policiales y de las demás fuerzas de seguridad, el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, la viuda de Garrido, Marta Barberis; la presidente del Concejo Deliberante, Rita Kuzis; el diputado nacional Norberto Erro, familiares del querido servidor público, funcionarios municipales, concejales, representantes de entidades intermedias y gran cantidad de vecinos y comerciantes.
En esa emblemática esquina, testigo del constante accionar del recordado policía, se descubrió el busto de bronce elaborado por la artista Hilda D´Aiello por iniciativa de jóvenes sanisidrenses que recolectaron miles de llaves y objetos de bronce donados por vecinos y comerciantes de San Isidro.
“Con este busto, ahora a Garrido lo tenemos de nuevo con nosotros y esperamos que él sienta que este homenaje lo hacemos de corazón y como dijo el obispo Casaretto: él dio su vida en un acto heroico, pero no sólo el día que lo mataron, sino que lo hacía todos los días”, dijo Manuel Miño, uno de los promotores de la creación de la escultura.
Bendecida por el obispo Casaretto, la imagen está ubicada en la esquina donde Garrido solía detenerse para vigilar, conversar y brindar palabras de aliento y consejos a cuanto caminante se le cruzaba en su camino.
Una vez descubierto el busto, Marta Barberis expresó su gratitud a todo el pueblo de San Isidro por la constante contención y expresión de apoyo. “Este homenaje es muy hermoso y está demostrado el afecto de toda la comunidad sanisidrense. Agradezco a Gustavo Posse, que me acompañó desde el primer momento, a monseñor Casaretto y a la fuerza policial”, manifestó.
Por último, el intendente Posse señaló que Garrido era un servidor público ejemplar que no necesitaba usar su arma en su accionar. “Era un hombre comprometido con su labor que se ganó el aprecio de todos los vecinos. Su desaparición nos tiene que hacer reflexionar sobre el valor de la vida y exigir que se aplique todo el peso de la ley para quienes maten a personas inocentes y de bien como Garrido” expresó el jefe comunal.
Luego de las palabras del jefe comunal se proyectó un documental sobre la vida del homenajeado con testimonios conmovedores de familiares, amigos, comerciantes, autoridades y vecinos.
 El acto culminó con la actuación del coro Kennedy y la peregrinación de los presentes hasta el busto para agradecerle a Garrido por tantos años de esmerado y ejemplar servicio. No pocos quisieron fotografiarse junto al flamante monumento.
Aldo Roberto Garrido, de 61 años, (conocido familiarmente como Cacho) fue asesinado por una pareja de delincuentes el 17 de Febrero de 2009 al intentar evitar un robo en el local de ropa Kevingston [Chacabuco 361].
Los responsables de su muerte, Néstor Luque y Débora Acuña, fueron rápidamente detenidos al día siguiente en su casa de Pablo Podestá y condenados por la Justicia con la pena de prisión perpetua.
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