Aumento de tarifas, aumento del malestar
Una vez mas el usuario más simple, el empleado, el estudiante, el que ya tiene suficientes inconvenientes para combinar horarios, viajando en colectivos y trenes viejos, sucios, en mal estado, malolientes, deben pagar más por lo mismo.
Con las tradicionales presiones de las empresas de transporte, el Estado se ocupó de autorizar el aumento que viene a complicarle más la vida a todos.
Conseguir monedas era un problema y ahora es peor. Pagar lo que se pagaba por un servicio deficiente era mucho. Ahora se debe pagar mas.
Butacas y ventanillas rotas, vehículos polvorientos y engrasados, con diseños incómodos o inapropiados para muchos (principalmente para discapacitados, personas mayores o con niños), seguirán así, aunque más caros. Poco importa que algunos se ocupen de señalar que es barato si se compara con otros lugares.
Si los choferes de las líneas de colectivos no fueran esos irresponsables que manejan ignorando que llevan personas, si fueran concientes de que no deben hablar o enviar mensajes de texto o escuchar música desde un teléfono (o mp3) mientras conducen, si estacionaran pensando en la comodidad o seguridad del pasajero, si no se violentaran tan fácilmente con el usuario, si no fumaran, tal vez los nuevos valores podrían ser tolerables. Pero no es así.
Las empresas de colectivos de San Isidro (y la mayoría de las que pasan por nuestro distrito) tienen demasiadas unidades con varias decenas de años rodando con un deterioro supremo que ninguna inspección detecta y/o sanciona.
Y como si no fuera suficiente eso, la incomprensible desaparición de las monedas (ahora prometen poner más en el mercado) hace que muchos terminen comprando cosas que no necesitan o comportándose como mendigos, para reunirlas.
Los nuevos valores
Ya que los medios periodísticos de mayor consumo sólo se ocuparon de publicar los de la ciudad de Buenos Aires, aquí van los costos vigentes de los boletos de colectivo en provincia hasta ayer, los nuevos valores y el porcentaje de aumento:
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Valor viejo |
Valor nuevo |
Aumento |
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0,90 |
1,10 |
22,22% |
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1,20 |
1,50 |
25,00% |
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1,50 |
1,75 |
16,66% |
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1,60 |
2,00 |
25,00% |
Cada uno sabrá dónde le aprieta el zapato (tal vez en varias partes si comienza a caminar por no tener monedas para viajar), pero la verdad que con esta medida se sigue mellando el golpeado ánimo del último eslabón de la cadena, el simple ciudadano, que no puede hacer otra cosa que pagar.
Perdón, hay algo más que puede hacer. Recordar quién le metió la mano en el bolsillo esta vez. Y todas las otras.
Tal vez ocurra que se despierte la adormecida voluntad y haya alguna reacción frente a este y otros abusos cotidianos.
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