28 de Mayo de 2008 / La historia se remonta al año 1942 cuando, en el mes de noviembre, Jorge F. Gutiérrez funda el "Club Colegial Juan Martín de Pueyrredon” siguiendo las políticas deportivas que promocionaban las autoridades de la Provincia de Buenos Aires. Es de recordar que el colegio Juan Martín de Pueyrredon era por entonces el colegio nacional ubicado más al sur de la ciudad de Buenos Aires, razón por la cual los alumnos que concurrían a sus aulas provenían preferentemente de los barrios aledaños a esa zona de la Capital Federal.
En 1943 el club colegial es admitido en la Unión Argentina de Rugby y comienza a jugar en los torneos presentando tres divisiones (sexta, quinta y cuarta). En esos años la sede social fue la cervecería “La Guillermina” ubicada en el barrio de Constitución, desarrollándose en aquella las primeras reuniones de su flamante Comisión Directiva.
Fueron los padrinos en la solicitud de admisión ante la U.A.R. el C.A.S.I. y C.U.B.A. quienes convencidos de los ideales de Jorge Gutiérrez y sus jugadores, apoyaron desde el inicio nuestras actividades.
En 1947, los mismos jugadores, que ya venían de las inferiores, comienzan con la 1ª Reserva y en 1950 con la 3ª de ascenso. Es así como luego de algunos cambios registrados en la conducción del club colegial, Jorge Gutiérrez junto a tres jugadores, Carlos Montero, Ángel Guastella y Juan Carlos Saavedra, deciden fundar el Club de Rugby Pueyrredon firmándose el acta constitutiva el día 11 de Junio de 1953.
La sede social del club por entonces era Bolívar 1190, Capital Federal, y la constitución de su primera Comisión Directiva presentaba a las siguientes personas y cargos.
Presidente: Jorge Francisco Gutiérrez
Vicepresidente: Héctor Álvarez
Secretario: Guillermo Walter Klein
Prosecretario: Carlos A. Contepomi
Secretario Ángel Guastella
Tesorero: Esteban J. Karplus
Protesorero: Domingo Fenoglietto
Vocales titulares: Uriel Propato, Juan Carlos Beaufils, Cayetano Valentín y Alfredo Bordoli
Vocales suplentes: Juan Saavedra, Leopoldo Bozzano, Adolfo Otero y Carlos Mac Farlane.
Un tema interesante se planteó con el nombre del Club dado que la denominación “Club Pueyrredon” ya existía registrada en la Inspección de Personas Jurídicas a favor de un club de básquet de Villa del Parque.
Ante ello surgieron dos posibilidades, que se trataron en una asamblea extraordinaria que se llevó a cabo el 30 de marzo de 1956, en la que Gonzalo Aguilar propone el nombre “Club de Rugby Pueyrredon”, mientras que Uriel Propato propone que se llame “Pueyrredon Rugby Club”. El resultado de la votación a favor de la primera de las propuestas fue de 19 votos contra 13 y uno en blanco.
A través de los años, el club logró méritos rugbísticos importantes. En 1956, al salir campeones de segunda el club asciende a Primera.
Ese mismo año, a pesar de jugar en Segunda División, el club contribuía a las selecciones de Capital (4 jugadores) y Argentina (3 jugadores). Hubo excelentes campañas en 1959 (quintos) y 1960 (terceros). En 1961, el hecho destacado fue la compra del predio de Boulogne que tardó muchos años en pagarse completamente. Hasta ese año, Pueyrredon jugaba en canchas prestadas.
Es bueno recordar que justamente fue en el año 1956, cuando con el optimismo reinante por los resultados deportivos alcanzados, y ante la necesidad de tener cancha propia para poder jugar en Primera, el esfuerzo, la audacia y el coraje de dos insignes personas del Club, Ángel Guastella y Alfredo Bordoli intentaron la aventura de comprar un terreno para Pueyrredon.
Mercurio Giuliano y Silvio Amadeo Pini, hoy fallecidos y padres de dos jugadores del Primer equipo de aquella época, visitaron a los propietarios de una quinta que se encontraba en venta en la zona Norte del Gran Buenos Aires.
Visitaron a sus propietarios los hermanos Buffa, inmigrantes italianos que cultivaban y comercializaban verdura en la zona de San Isidro.
La quinta valía en total 1.000.000 de pesos y era ideal para las necesidades del club, pues estaba muy cerca del S.I.C., que era donde habían jugado las divisiones en esos años como locales.
Cuando los señores Giuliano y Pini inician conversaciones con los propietarios de la quinta, aquellos les preguntan cuanto piensan dejar en concepto de seña, pensando siempre que la misma sería del 10% o sea algo así como 100.000 pesos. Los representantes del club expresan que solo contaban con 5.000 pesos y que prometían que de concretarse la operación, luego con el aporte de los socios erigirían un busto en honor de los hermanos Buffa con un cartel que señalara que eran los benefactores del Club.
El asombro de los dos hermanos sumado a la confianza de que aquellos dos muchachos cumplirían con su palabra, hizo que finalmente la operación inmobiliaria se realizara y que pudiera acceder finalmente al predio de Boulogne.
El club no tenía aún personería jurídica y la escritura de adquisición de las tierras fue pasada ante el registro notarial del escribano Alberto Vargas el 5 de Junio de 1957, figurando como adquirentes los insignes jugadores, regularizándose definitivamente su estado dominial y de titularidad el 25 de Diciembre de 1962, cuando finalmente el Club pasa a ser su único titular.
El 27 de Abril de 1961 el club decide encargar a los señores Juan Dell´Era y Guillermo Illia la construcción de un buffet y vestuario de fibrocemento, dándoles amplias facultades para que realicen la obra. La participación directa de Juan Dell´Era en la obra, junto con los integrantes del plantel de reserva, posibilitó que la misma concluyera con éxito.
Es en el mes de Marzo de 1962 cuando la Comisión Directiva aprueba un proyecto presentado ad honorem por el arquitecto Rafael Viñas (padre de un jugador de la cuarta división) para la construcción de los vestuarios y sala de calderas, que son las que actualmente se encuentran erigidas en la sede.
Con la llegada de estas obras fue necesario dar privacidad al club, y fue así como se construyó un muro lindero con la calle Rueda, que en cierta ocasión un temporal derrumbó, como así también los postes de la única cancha de rugby que tenía el club por entonces.
El matrimonio Green, eternos colaboradores así como también los Walker, donaron las plantas para cercar nuevamente el predio, mientras que la empresa Shell, por intermedio del socio Enrique Puricelli, donó los postes metálicos actuales.
En el año 1965 se instalan las primeras torres de iluminación para la cancha Nº 2 de entrenamientos del club.
También en 1965 se instrumenta el premio “CAP” para el jugador de primera división “no solo al más destacado por su juego, sino que además hubiera demostrado condiciones de compañerismo y corrección tan estimados en nuestro deporte”. El primer CAP fue otorgado a Eduardo Scharemberg. A Ángel Guastella se le otorgó un CAP de honor por todo lo hecho a favor del club.
A fines del año 1966 se aprueban los planos de obras importantes vinculadas con la colocación de un nuevo tanque de agua y del club house con confitería, secretaría, baños, cocina y la vivienda del encargado. Los autores del proyecto fueron los arquitectos Sutton-Usandizaga & Donato. Fueron los administradores de la obra los señores Alfredo Bordoli y Eduardo Balabanian.
A un mismo tiempo de los hechos narrados, merece ser destacado, desde el punto de vista deportivo, que de los
famosos e iniciales Pumas del año 1965, fueron jugadores de este club: Eduardo Scharenberg y Guillermo Illia. Mientras que el entrenador fue Ángel Guastella.
Durante la década del ‘70, la Primera tuvo años regulares (‘71, ‘72, ‘73) y años muy buenos (‘75). En 1975, Pueyrredon aportó a Los Pumas dos entrenadores Ángel Guastella y Eduardo Scharenberg .
La cantidad de jugadores que integraron el Seleccionado Argentino de Rugby, hoy conocido como Los Pumas, fueron 29 uno de los cuales, Martín Sansot, fue elegido el mejor jugador del año.
En el año 1979 Pueyrredon realizó por primera vez una gira deportiva por el Reino Unido, Francia, Italia y España con su Cuarta División B.
Fue presidente la gira Pablo Yanguela y sus entrenadores fueron Ángel Guatella, Gustavo Foster, Rafael Illia, mientras que los asistentes de la delegación fueron Francisco Casado y Lorenzo Víctor Di Franco. Participaron 27 jugadores conformando la delegación un total de 70 personas, quienes se desplazaron por Gran Bretaña durante 35 días.
Se jugaron 4 partidos en Inglaterra, 1 en Gales, 1 en Francia, 1 en Italia y 1 en España.
Solo perdieron el primero, y ganaron los restantes, pudiéndose mencionar que toda la organización estuvo a cargo de Ronnie Knowles, Roberto García Barros y John Hall.
Siempre con el afán de crecer, en el mes de septiembre del año 1972 se efectúa una reunión de padres para tratar la compra de un terreno para realizar un Country Club. Los conductores visibles fueron los señores García Simon, Laborde y Luque, destacando la activa participación y compromiso asumido en las negociaciones para la compra, realizadas por Hernán Marotta, Guillermo Dietrich, y Julio Lachavanne (p).
La primera Comisión de Trabajo para la realización de las obras vinculadas con el country y con el sector destinado al Club, estuvo conformada por Jorge Scoscería (p), José María Galtieri, Norberto Zanoni, Pablo Yanguela y Hernán Marotta, reuniéndose semanalmente en las oficias del agrimensor Mario Jorge Sackman y el Dr. Mario Carregal.
Luego de varias conversaciones con distintos postulantes, se resuelve aprobar el estudio y proyecto presentado por el Sr. Juan Carlos Mayou para que el mismo se desarrolle en la vecina localidad de Pilar y sobre la Ruta Panamericana.
Con el correr de los meses, y luego de que en 1977 se firmara el boleto de compraventa respectivo y que los lotes pasaran a tener sus propios dueños, sobre el área central de aproximadamente 9 hectáreas se dispuso la construcción de canchas de rugby, hockey, club house, pileta de natación, vestuarios y demás construcciones complementarias.
Los problemas financieros de aquellos años hicieron que no se pudieran completar las obras en los plazos estipulados, y ello llevó a que se atrasasen todos los emprendimientos programados.
Fue en esa ocasión cuando la indemnización que abonó SEGBA por la utilización del espacio aéreo, permitió terminar algunos sectores de la obra, preocupando en forma generalizada que ningún dueño de lote construyera su propia casa, hecho que hubiera dado otro interés a todo el country.
La construcción del actual quincho de Boulogne se inició en el año 1973 y para solventar los gastos derivados de su construcción, consta en actas del club que se había decidido elevar el precio de la entrada en un peso.
En el año 1986 se aprueba la construcción de las obras de ampliación del nuevo quincho del club, siendo sus responsables los arquitectos Guillermo Sutton y Alcides Solari.
En el country de Pilar se estuvo muchos años, debiendo trasladarse a la vecina localidad de Benavidez, donde se adquirieron casi cinco hectáreas en las que hoy se desarrollan partidos de todas las divisiones juveniles e infantiles, junto a las divisiones de hockey de Pueyrredon.
El hockey llega al club en el año 1979, producto de una decisión compartida con las ex jugadoras del Arrows Club, entre quienes se encontraban Laura Fott y Mary Rodgers quienes solicitaron su incorporación a la institución, procediéndose a la fusión con aquel histórico y destacado Club.
Por muchos años nuestros equipos jugaban bajo la denominación de Arrows-Pueyrredon conservando los colores del Arrows originario en nuestras camisetas.
Un lamentable suceso se produce en el año 1994 cuando un grupo de personas decide abandonar el club y con ellos arrastra a un considerable número de jugadoras de la Primera División.
Ello motivó una disputa de intereses deportivos ante la Asociación que rige el jockey, y aquella institución a la luz de un juicio iniciado en contra del Club por los derechos de uso de nombre, antigüedad en la afiliación y representatividad de sus jugadoras, produce que durante todo ese año no se pudieran jugar partidos en el campeonato oficial.
Con muchísimo esfuerzo de los directivos, los entrenadores y las jugadoras que se quedaron en el club -entre quienes podemos destacar especialmente a Carola Alvarado, Ana Famulari, Luciana Pedemonte y Julieta Borrell- fue posible cumplir con los partidos amistosos programados y retener a un número importante de jugadoras infantiles. Un reconocimiento especial merece Laura “Nepa” Foot quien supo defender el pasado del Arrows Club con todo el vigor que la ha caracterizado en su vida deportiva y personal junto a otras ex jugadoras del Arrows Club.
Finalizado el juicio –que ganó Pueyrredon- el 30 de Octubre se dispuso reconocer al Club de Rugby Pueyrredon como continuador del Arrows Club, con una antigüedad registrada desde 1919, que sus equipos se llamarían Pueyrredon-Arrows, que las jugadoras le pertenecían federativamente a "Puey" y que los colores les eran propios, manteniendo la categoría del campeonato.
Con esta victoria institucional se encaró la actividad futura con la seguridad de que los derechos conculcados, habían sido plenamente reestablecidos y que el Club en su obrar, ya no solo en la Justicia sino en la Asociación y con los demás clubes, había sido reconocido en sus derechos.
Los agradecimientos incluyen al Olivos Rugby Club que prestara en varias oportunidades sus canchas y así también a CUBA, al SIC, a la Sociedad Alemana de Gimnasia, a GEBA y a otras tantas instituciones que ayudaron en aquellos conflictivos meses.
Merece ser destacado en la práctica del rugby, que Pueyrredon ganó los sevens organizados por la UAR en dos ocasiones (1983 y 1986), fue subcampeón del de Punta del Este en dos de sus ediciones, en seis oportunidades ganó el nocturno de DAOM y en cuatro el de Olivos.
En 1991 el Club fue Subcampeón del torneo de la UAR, habiendo disputado la final con los amigos de Alumni en la cancha de Ferrocarril Oeste.