La Academia Nacional de Medicina, institución fundada hace más de 203 años y de un indiscutible prestigio, emitió una declaración ante lo que se presenta como “transición de género” en niños y adolescentes.
El comunicado señala que le corresponde ser fiel a su postura ética y científica, basada en el respeto a la vida y la naturaleza humana y, por lo tanto, “no avala ningún tratamiento, ya sea médico –a través de bloqueadores de la pubertad o terapias hormonales para la masculinización o feminización del cuerpo- ni intervenciones quirúrgicas que tiendan a modificar el sexo.”
Por ello y por las consecuencias de tales acciones tanto en lo físico como en lo psicológico, es que categóricamente las desaconseja.
“Tales intervenciones, que conducen a situaciones no sustentadas en verdades científicas comprobadas, han debido ser suspendidas en países que las promovían -como Finlandia, Suecia, Noruega, Inglaterra, los Países Bajos y varios estados de los Estados Unidos-, pues constituyen, cuando menos, consecuencias no deseadas de una promesa insustancial que atenta contra el sexo real, el biológico, al pretender ser reemplazado por la inconsistente percepción sociológica y voluntarista del género.”
La prestigiosa academia aporta que la atención de niños y adolescentes con disforia de género “requiere un enfoque integral, centrado en ellos y sus familias, con sólidos vínculos y un acompañamiento estrecho de los servicios de salud mental.”
La maniobras, surgidas de conceptos falsos de la identidad de hombres y mujeres, son “contrarias a la doctrina ético científica permanente de la Institución. No es recomendable ni saludable frenar el desarrollo de un niño en su transición a la edad adulta. Por tanto, la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires las rechaza.”
La declaración lleva fecha del 25 de Septiembre de 2025.