El Padre Juani Ibañez cumplió 25 años de sacerdote
Con la partipación plena de la comunidad de la parroquia San Andrés Avelino, además de fieles de otras parroquias, comunidades religiosas, colegios, familiares y amigos, se llevó a cabo el lunes 27 de Octubre la celebración por los 25 años de sacerdocio del Padre Juan Ignacio Ibañez.
El festejo se inició con la Santa Misa concelebrada con varios sacerdotes con los que ha desarrollado su intensa vida pastoral en la diócesis de San Isidro.
Al momento de la homilía, el párroco -que lucía la casulla que utilizó en la celebración de su primera misa en el año 2000- agradeció a todos los que han colaborado con él en su misión sacerdotal, comenzando con sus padrs, que le transmitieron la fe, pasando por sus compañeros de colegio, el Padre Fernando María Cavaller, a quien observó en su labor pastoral, lo que lo llevó a aceptar el llamado al sacerdocio. También recordó los distintos servicios, como Grávida o Grupos Scout, con los que ha podido trabajar llevando el mensaje evangélico a sus voluntarios.
El Padre Juani, como todos lo conocen, visiblemente emocionado, mencionó las parroquias en las que estuvo, comenzando por Nuestra Señora Refugio de los Pecadores, y siguiendo por Nuestra Señora de Itatí y Stella Maris (donde por primera vez fue párroco), celebrando los desafíos pastorales en cada capilla y colegio.
Al concluir la celebración eucarística, el festejo continuó con el ágape compartido, los obsequios y saludos en un clima de gran alegría.
Para sorpresa de todos, minutos después de las 21:00, se hizo presente la Banda del Estado Mayor de la Armada que, con la dirección del maestro Suboficial Principal César Mossetti, interpretó el Himno Nacional, la Marcha de las Malvinas, la Marcha San Lorenzo, Pescador de Hombres y la Marcha de la Armada.
Seguidamente, llegó la entrega de una casulla diseñada con los corazones de Jesús y de María, que el Padre Juani agradeció especialmente.
Durante el festejo, en el que entusiasmo no se cesó a pesar del intenso frío, los presentes fueron acercándose a firmar un libro con fotos de distintos momentos de la historia personal del sacerdote, desde su bautismo, primera comunión, su ordenación diaconal y sacerdotal, su primera misa, entre otras, como recuerdo de una noche de celebración en comunidad.
Como no podía ser de otro modo, el final del festejo de aniversario tuvo tortas, especialmente preparadas, una con la forma del número 25 y otra semejante a una camisa de sacerdote.
