Todo el mundo sabe que el tango es un una carta de presentación de la Argentina en el mundo.
La presencia de orquestas, de cantores, del propio Gardel en Europa y particularmente en Francia, ronda los 100 años.
Los escenarios se han ido llenando de artistas argentinos que han hecho una trayectoria cada uno en su estilo, en su manera, con su visión. No hay lugar en el mundo donde no se valore la música y las tradiciones y todo lo que representa el tango.
Martín Almirón, nacido en el seno de una familia fundada por Inés González y Osvaldo Almirón, dedicada en pleno a la enseñanza del folklore (fueron profesores en la Agrupación Tradicional Argentina "El Lazo", entre otros lugares de San Isidro), hace muchos años que recorre el mundo llevando el tango a distintos escenarios y con gran reconocimiento.
“Yo vengo de una familia de bailarines, de artistas, así que empecé en la danza a muy temprana edad. Tuve mi primera gira de tango cuando tenía 14 años viajando a Europa, a Italia y eso fue una experiencia muy linda. No se podía creer que amen tanto el tango. Ese viaje empezó por mi hermano mayor que estaba trabajando y bailando en Europa, así que organizó una gira juvenil. Después de ahí empecé a girar profesionalmente a los20 años con el ballet de la Universidad de Buenos Aires. Empecé a hacer tours por Europa, Francia, Bélgica, Suiza“
“Una de las cosas lindas que tiene el tango que no veo ninguna otra danza es que no importa la religión, no importa la edad, no importa la cultura, no importa el idioma. Es una danza que se puede compartir socialmente con cualquier tipo de grupo que por ahí en salsa son gente joven.”
¿Cualquiera puede bailar tango?
“Cualquiera puede bailar tango y se ve todo el tiempo. Vas a una milonga y ves personas de cualquier cultura, religión, un chico de 16 años bailando con una persona de 60. Esa convivencia creo que sólo sucede en el tango.”
¿Cuál es la parte más difícil para el que quiere aprender tango?
“La parte más difícil creo que es caminar juntos. Es una danza que requiere estar en un abrazo real. Eso hace una conexión muy difícil al estar tan cerca y poder caminar dos personas juntas. El tango se hace un poquito difícil en el principio cuando uno empieza a conectar desde la caminada.”
¿Hay una edad que uno considera que es ideal? Me recuerdo haber hablado alguna vez con Eladia Blázquez cuando Juan Carlos Baglietto hizo alguna experiencia cantando tangos y ella dijo que hay una edad en la que uno comienza a entenderlo al tango. ¿Te parece que sucede algo similar con la danza?
“Sí, yo creo que sí. Llega un momento también con la experiencia de poder conectar desde una relajación. Porque cuando uno es más grande tiene más tiempo para relajarse, para escuchar, empieza a tener otra sensibilidad en el baile y en la música.”
Le has enseñado a mucha gente. ¿Te ha sorprendido algún lugar del mundo donde tal vez conectaron más rápido con el tango?
“Me han sorprendido muchos lugares. Bueno, hay un detalle que la Argentina es un país que, culturalmente, tiene mucho mucha danza desde chiquitos, incluso muchas escuelas tienen folklore de chiquito, cosa que en otros países no pasa. Hay países en que las personas empiezan a bailar a los 40, 50 años porque no tienen una cultura de danza que eso me sorprendió cuando empecé a viajar, pero sí me pasó por ahí en países como Alemania donde al botón normal enseñar el abrazo de tango argentino. Sentí que pueden hacerlo, pero no están acostumbrados. En ese sentido, en otros países como Polonia, por ejemplo, que su folklore desapareció. Ellos que tienen como folklore también el tango argentino. Entonces sí hay cosas que sorprenden cuando uno empieza a viajar que la gente en Asia, por ejemplo, lo que es Japón o Filipinas. Yo trabajo todos los años en Filipinas y la entrega, la forma de conectar de ellos, la pueden encontrar en el tango porque no tienen otro lugar, otro espacio donde puedan conectar de esa manera, poder abrazar a alguien. “
Estaba pensando en el tema de Estados Unidos donde el contacto físico, el beso, incluso entre amigos no existe. Esto cómo se vive con el tema del tango.
“La gente se siente muy tranquila y puede hacerlo, pero sí, es verdad que muchas veces he quedado con la mano para saludar a alguien que me dice y quedo con mi mano adelante para saludar a alguien y se quedan tiesos sí porque no existe acá eso. “
¿Contame del evento que estás organizando en New York?
“Ahora estoy haciendo un evento cultural el 17 de Mayo que se llama Starry Night Tango: New York City Showcase dentro de la tradicional milonga neoyorquina All Night Milonga, en el Hungarian House de Manhattan. Es un evento cultural donde le di espacio a todos los maestros. En Nueva York tenemos una de las ciudades con más cantidad de maestros argentinos, de Colombia, de toda Europa en general hasta el maestro también de Asia, así que es un espacio para los maestros poder presentarse con sus alumnos, mostrar su talento."
“Generalmente estos eventos se hacen en teatros, pero pareció mejor hacerlo dentro de una milonga, que es donde el bailarín se va a sentir más cómodo.”
“En los últimos años trabajé mucho. Yo había venido a Estados Unidos porque fui seis veces finalista del Mundial de Tango en Argentina. Si sos bailarín en el mundo tenés tres lugares, Buenos Aires, Nueva York o Londres son los únicos tres lugares del mundo que hay tanto, suelo de arte y danza. Entonces bueno decidí estar en Nueva York porque está Broadway y era uno de mis sueños.”