"El alcohol es la primera droga que prueban los más jóvenes", dijo Roberto Moro, titular del SEDRONAR.
La Argentina está en tercer lugar en toda América en cuanto a consumo de alcohol: 9,1 litros alcohol puro per capita/año. Aunque no se está consumiendo más que antes (9,3 en el último informe) otros países de la región han logrado reducido más el consumo.
Según el informe de la Organización Mundial de la Salud que recopila estadísticas de 194 países, la Argentina se colocó detrás de Canadá (10 litros) y los E.U.A., con 9,3 litros, en el continente americano, y superó por primera vez a Chile (9 litros), que en el informe de 2014 estaba por delante.
Le siguen Perú y Brasil (ambos con 8,9 litros), Venezuela (7,1), Uruguay (6,8), Paraguay (6,3), Bolivia (5,9) y Ecuador (5,1).
El alto nivel de consumo de alcohol puede adjudicarse a la gran disponibilidad, su bajo precio y la amplia promoción y publicidad de estas bebidas, aseguran especialistas.
Si se toma el ranking global, la Argentina supera a otros países europeos conocidos por ser tradicionalmente consumidores de alcohol, como Suecia (8,8 litros), Holanda (8,7) y Noruega (7,8).
A nivel mundial, el consumo de alcohol en 2016 fue 6,4 litros y Lituania encabeza el ranking con 18,2 litros per cápita por año.
Según datos del mercado, lo que más se consume en nuestro país es cerveza: 41 litros por persona por año. Y a pesar de la disminución, su consumo representa el 60% del total de las bebidas alcohólicas, lo que ubica a la Argentina en el puesto 72 a nivel mundial entre los países que más toman esa bebida.
El alcohol aumenta las posibilidades de padecer cáncer (de mama, de hígado, colon y esófago), enfermedadescardiovasculares, trastornos de ansiedad, depresión y daño hepático.
Además, el consumo crónico del alcohol puede provocar daño neuronal, cuadros psicóticos y demencias.
Finalmente, vale destacar la influencia que tiene el alcohol en la falta de control personal, disminuyendo el dominio de los impulsos sexuales, la pérdida de noción del riesgo y los trágicos incidentes de tránsito con su consecuencia sobre la vida e integridad de las personas.
La dependencia del consumo de alcohol no es algo que se produzca de un día para el otro. Poco a poco, el alcohol comienza a ser imprescindible para una reunión de amigos, una salida cualquiera, para los momentos de soledad o de diversión. Sin darse cuenta, el consumidor pasa a ser dominado por el alcohol, una droga que está ampliamente difundida, aceptada y tolerada.
Darse cuenta a tiempo de que se está teniendo un problema con el consumo de alcohol es algo inteligente si empuja a hablar del tema y a pedir ayuda. Y los familiares y amigos, que van pagando las consecuencias de tales consumos, también tienen caminos para ayudar y sobrellevar la situación de estar junto a un alcohólico.