En 1939, aunque sucedían otras cosas, todas las noticias se enfocaban en la Segunda Guerra Mundial. La Argentina era gobernada por Roberto Marcelino Ortiz, el gobernador de Buenos Aires era Manuel Fresco y Ernesto de las Carreras era el intendente de San Isidro.
Y sucedió que la localidad sanisidrense de Martínez se vio sacudida por un episodio que provocó el nacimiento de una de las entidades más respetadas y valoradas por los vecinos: la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro. Una buena noticia que, como sucede muchas veces, es consecuencia de una mala: uno de los dos cines de Martínez, el Select [Gral. Alvear al 400], fue devorado por un incendio antes de que pudiera ser extinguido por los bomberos de San Fernando que sólo llegaron para evitar su propagación a las viviendas contiguas. (*)
Fue así que el dueño del corralón de materiales de la calle Córdoba y Santa Fe, Don Juan Santiago Cánepa, junto a otros vecinos entendió que era necesario contar con un cuerpo de bomberos en San Isidro para no depender de uno ubicado a 10 kilómetros de distancia.
Luego de varias reuniones de vecinos comprometidos y deseosos de que tragedias como la del cine pudieran evitarse, nace una "asociación humanitaria y filantrópica" destinada a "prestar colaboración en la extinción de incendios, en particular, y en cualquier calamidad pública, en general" Los pioneros establecieron que la entidad debía participar "de toda actividad que propendiese al bien social" y que tuviese la capacidad de promover y fomentar entre sus asociados, con los medios a su alcance, el "espíritu de fraternidad y altruismo".
Y corralón de Cánepa cedió un espacio para la primera autobomba montada sobre un chasis de camión Dodge, y el 23 de octubre de1939, se armó el primer cuerpo activo de Bomberos de San Isidro con 22 voluntarios que se entrenaron especialmente con los bomberos de Tigre.
La comandancia fue confiada a Domingo Carlos Denari, veterano en estas lides en San Fernando. La Comisión de Organización Provisoria de la Asociación, recién se integró el 30 de octubre, fecha oficial de la fundación de la institución.
El primer servicio que registra el cuerpo se cumplió 5 meses después de integrarse la Comisión. El llamado recibido el 1 de Abril provino de la Escuela N° 4, de la calle Vieytes 650, en Martínez. La tarea fue confiada al voluntario Luis Lanfranchi. Su misión: desenganchar la bandera de ceremonias que había quedado atorada al tope del mástil, en el patio del establecimiento.
Desde entonces, el cuaderno de guardia fue llenándose de historias menudas y simples, como también riesgosas y de grandeza que, inevitablemente, al son de las sirenas salvadoras, arrancaron de aquel corralón de materiales.
En tantos años, como es comprobable, la Sociedad de Bomberos Voluntarios ha demostrado mantener vivo el espíritu de servicio a la comunidad de sus orígenes. Muchos vecinos han descubierto su vocación de ayuda incondicional y entregando esfuerzo y dedicación, sienten el sano orgullo de servir humana y profesionalmente a la sociedad.
Ejemplo de administración, de afán de superación, de predisposición permanente, la Sociedad de Bomberos Voluntarios, sin dudas, merece la admiración y colaboración de todos.
Destacamento N° 1: Batalla de la Florida y Mazza, Boulogne. 4766-2224
Destacamento N° 2: Murature 2435, Beccar.
(*) Curiosamente 70 años después, en 2009, otro cine ubicado a 600 metros, el Bristol (que sólo funcionaba como teatro) también desaparecía por la voracidad de las llamas, a pesar de que ya existía un cuerpo de bomberos a sólo 12 cuadras.