Perversión en las fichas de inscripción a los jardines en Buenos Aires
La gobernación de la provincia de Buenos Aires, en su intensa militancia por la anticientífica ideología de género, obliga a que para acceder a una vacante para el 2023 en los Jardines de Infantes, las madres completen una planilla consignando la "Identidad de Género" de sus hijos (de entre 2 y 5 años), eligiendo entre las opciones: mujer, mujer trans – travesti, varón, varón trans – masculinidad trans o no binario.
El instructivo que acompaña al formulario aclara que "se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo".
¿Acaso un niño de 2, 3, 4 o 5 años puede tener una vivencia interna distinta de su sexo? Sí, cuando su entorno, de alguna manera facilita tal confusión psicológica.
Los niños no están en condiciones de definir muchas cosas de su propia realidad y mucho menos algo que rompa con la naturaleza de las cosas, salvo que se lo empuje hacia allí.
El negocio perverso de la ideología de género -siempre íntimamente ligada al Estado-, incluye la naturalización de esas confusiones psicológicas, la hormonización (la provincia tiene 100 centros dedicados a ello con compras de fármacos por casi 90 millones de pesos desde que Nicolás Kreplak es ministro de Salud hasta Agosto de 2022) y la búsqueda de fidelización partidaria de ese sector de la población (tanto los homosexuales como sus familias y los emprendimientos comerciales afines).
A nivel nacional las compras de fármacos para hormonización representaron en 2021, desde que Carla Vizzotti es ministra nacional, más de 460 millones de pesos.