Así reaccionó alguien hace un tiempo cuando supo que el médico al que los medios entrevistaron cientos de veces para que hable de neurociencias, era partidaro de la muerte y desaparición de niños antes de nacer.
Así quedó claro cuando participó de un programa de televisión en el que el periodista deportivo Gastón Recondo tuvo un ida y vuelta con Facundo Manes sobre el aborto en Mayo de 2018. Recondo ratificó su convicción provida y Manes expuso su ignorancia sobre el tema adjudicando que buscar la protección de los argentinos desde la concepción respondería a cuestiones religiosas o "creencias", en general.
El mediático neurólogo argumentó en aquel momento que creció en un hogar católico, pero que luego "estudió" y se hizo "adulto" y se convenció de que era preciso basarse en "evidencias". Un buen discurso proveniente de un orador hábil, pero falso en tanto la justificación que enarboló para apoyar el aborto legal sólo estaba basada en "sus creencias" y no en evidencias o estadísticas reales.
"¡NO, NO PUEDE SER!"
Esta fue la reacción del mismo interlocutor cuando supo que Facundo Manes (52), que nunca ocupó cargo público alguno y que busca ser diputado nacional, firmó certificados falsos en 2005 para forzar la internación de una adinerada señora en un psiquiátrico, a pedido de sus herederas.
En concreto, se trató de la artista plástica, escritora y mecenas Natalia Cohan de Kohen, mendocina de origen y acaudalada mujer que fue víctima de la ambición de sus hijas Nora y Claudia, quienes buscaron a Manes para que la diagnosticara con alguna enfermedad mental que permitiera internarla y quitarle el manejo de su fortuna.
El ahora precandidato, tenía 36 años y cumplía funciones en el instituto FLENI cuando escribió de puño y letra en papelería oficial del establecimiento (como consta en el expediente judicial 66.741/05), el diagnóstico que facilitó la intempestiva internación de Natalia Cohan de Kohen en un neuropsiquiátrico porteño. Y no sólo eso, Manes también fue quien hizo que la neuróloga Griselda Russo firmara el diagnóstico sin haber atendido jamás a la supuesta paciente.
Tan sólo una semana después y con el diagnóstico falso, la menor de las hijas ingresó con su marido y seis enfermeros al domicilio de su madre y se la llevaron al Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (el que recomendó Manes), disponiendo que no tenga visitas ni contacto con el exterior.
Natalia Cohan de Kohen pudo, una semana después y burlando las restricciones, comunicarse con su amigo EdgardoGiménez, que facilitó que la situación tomara estado público y, ante el escándalo, las autoridades de la clínica solicitaron que retiraran a la señora de allí.
Según trascendió, todo lo sucedido habría comenzado cuando las hijas de la artista plástica la llevaron a consultar a un psiquiatra y a un psicólogo, al saber que pensaba invertir una suma importante en un proyecto junto al arquitecto ClorindoTesta. Esto se lo relató a su abogada Ana Rosenfeld quien le sugirió que, preventivamente, se hiciera estudios independientes con dos profesionales distintos (Wilbur Grimson y Alicia Passalacqua) que determinaron su perfecto estado de salud mental.
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional supo que la neuróloga Russo firmó el certificado sin haber atendido personalmente a Natalia Cohan de Kohen (ella misma lo reconoció y dijo que lo hizo por indicación de Manes) y que FLENI rebeló que no había registro alguno de que hubiera sido atendida la supuesta paciente en sus instalaciones.
En el mismo año en que todo esto sucedió, Manes fue desvinculado de FLENI y él creó su propio centro médico.
Comentario final
La justicia sobreseyó en 2007 a los médicos Manes y Russo. Con eso debería ser suficiente.
Pero:
Los informes forenses determinaron que la Natalia Cohan de Kohen no padecía la enfermedad que Manes y Russo dijeron que tenía.
Fue verdad que ninguno de los dos neurólogos atendió a la Sra. Natalia Cohan de Kohen y la diagnosticaron falsamente y utilizando papelería de la institución donde trabajaban.
Fue verdad que dos profesionales médicos hicieron estudios previos a Manes a la artista plástica y determinaron la ausencia de problemas mentales.
Fue verdad el retiro por la fuerza de la mujer de su vivienda y su reclusión y pedido de que no recibiera ninguna visita.
Es verdad la coincidencia de los hechos con la desvinculación de Manes de FLENI y el inicio de su propia empresa de salud.