Acto de desagravio por la violencia hacia la imagen de la Virgen en San Isidro
Se llevó a cabo este sábado 6 de Febrero un encuentro
presidido por el obispo de la diócesis de San Isidro, Mñor. Oscar
Ojea, en desagravio por la violenta agresión de que fue objeto la
imagen de la Santísima Virgen -en su advocación de la Medalla Milagrosa- que
estaba junto a los carriles centrales de la autopista Panamericana, en
Boulogne.
Los fieles -provenientes de distintas parroquias de la
diócesis- arribaron al lugar en su mayoría desde la parroquia Santa Rita rezando
el rosario y portando dos imágenes de la Virgen de Luján. Luego, el obispo
Ojea expresó su interés de rezar a la Madre del Salvador por la
paz y la fraternidad y "para que Ella nos ayude a poner fin a estos
hechos de violencia que reflejan una enorme inestabilidad del
corazón".
"Ella ha querido estar acá expuesta como tantos de
nosotros que estamos expuestos diariamente a la violencia, sintiéndonos frágiles
en tantos sentidos. Vamos a pedirle que nos sostenga, que nos conforte, que
quite de nosotros todo espíritu de violencia, de revancha, de
resentimiento", señaló el prelado.
Concluido el acto, el Padre
Juan Ignacio Ibañez -párroco de San Andrés Avelino-, expresó a
Portal UNO que
"providencialmente hoy es primer sábado del mes, día del Inmaculado
Corazón de María. Lo que pasó es una ofensa a Jesús y su Madre. Las suertes de
la Madre y del Hijo van unidas, en la cruz, en la resurrección y en la
gloria."
"Siempre hay contradicciones y persecusiones en
la fe, eso no nos escandaliza en absoluto. Pero Dios siempre saca bien del mal,
y nos pide amor cuando su amor es rechazado. Son ofensas que hay que pagar con
amor, porque 'el amor no es amado', como decía San
Bernardo."
Entre los presentes, además de vecinos, funcionarios municipales y
sacerdotes, se encontraba desde antes de que llegara la
procesión Walter, el hombre que el viernes 29 de
Enero pasó hacia Tigre alrededor de las 20:00, se persignó como siempre
lo hacía al pasar frente a la imagen de la Virgen y, al regresar pasada la
medianoche la vio destrozada.
"Es tristísimo ver la Virgen
destrozada y tirada ahí", dijo. "No entiendo por qué puede
haber tanta maldad. Sí entiendo que la Iglesia tiene que tomar medidas con
actos de este tipo. No puede estar tan pasiva ante tanta maldad, no se puede. No
entiendo esta agresión a la comunidad de San Isidro",
concluyó.
La empresa concesionaria de la autopista Panamericana prometió
volver a colocar una imagen de la Santísima Virgen y proveer de los recaudos de
seguridad para que no sucedan hechos similares.