El ministro de Educación Nicolás Trotta, junto al presidente de la Nación, presentó este lunes 30 de Diciembre el Plan Nacional de Lecturas (nótese el término "lecturas" que no refiere al acto de leer, sino a los textos), con la intención de llegar a unos 10.000.000 de niños y adolescentes en el país.
La dirección de este programa estatal estará a cargo de la militante verde Natalia Porta López, fundadora junto a su marido (el oscilante opinador y escritor Oscar Alfredo Ramón "Mempo" Giardinelli) de "El Manifiesto Argentino" que reclama el derecho a matar niños de modo "legal, seguro y gratuito".
El gobierno propone la creación de un "Consejo Asesor", integrado por rectores, "referentes literarios", editoriales y representantes de la comunidad educativa de las 24 jurisdicciones del país, que "definirá" las colecciones, los textos y las obras que se hará leer a niños y adolescentes.
Claro es que el modo de presentarlo apuntó a la acción noble y constructiva de que "los padres les cuenten los mejores cuentos" a los niños. Pero la desconfianza de muchos es ¿cuáles son "los mejores cuentos" que ofrecerá el gobierno?
Natalia Porta López
El presidente Fernández dijo que celebraba pasar hojas, subrayarlas, marcarlas. "Amo que un libro me atrape y lo pueda disfrutar" acotó quien se refirió a las inexistentes "novelas" de Jorge Luis Borges, las mismas que dijo haber leído su antecesor Mauricio Macri... Sin dudas muchos recordaron los dichos de otro lector famoso, el riojano Carlos Menem al confesar su lectura de las obras de Sócrates (que nunca escribió nada).
Trotta dijo que el gobierno se propone "promover el conocimiento abierto" y garantizar "el efectivo derecho a la lectura como herramienta para democratizar el conocimiento". El plan -que cuenta con un presupuesto de 400 millones de pesos- propone "180 lecturas posibles para los 180 días de clase", para escuelas secundarias y de adultos, y antologías para cada año de la primaria.
NADIE en su sano juicio puede imaginar buenas intenciones en este "plan" de estímulo de la lectura organizado por un gobierno, que ya ha demostrado que lo ideológico y el poder le importan más que la ley, los verdaderos derechos, la niñez y la familia.
Adoctrinamiento de niños en tiempos de Juan Perón
Es fácil recordar cómo el adoctrinamiento de niños dijo presente en las aulas en tiempos de Juan Domingo Perón y su esposa, cómo distintos gobiernos buscaron instalar un relato épico de cada medida de gobierno en libros y emisoras, cómo a activistas de ideologías subversivas que ejercían como cantantes, poetas y escritores se los elevó al nivel de "mártires", cómo el manejo de la "cultura" fue el camino utilizado por el kirchnerismo para imponer un pensamiento único a través de los medios de comunicación.
El nazismo, la Venezuela de Chavez y el régimen comunista cubano
La promoción de la lectura y el estímulo del conocimiento son buenas acciones en tanto no estén impregnados de ideología y no se atente contra el marco jurídico argentino, la familia, los valores y el sentido nacional.
Cuando la cultura es sólo un camino más de adoctrinamiento de grandes y chicos corresponde a los que aún conservan algún criterio válido, advertir a todos por los daños que se seguirán provocando a los incautos.
De la presentación participaron los ministros de Cultura (Tristán Bauer), y de Justicia y Derechos Humanos (Marcela Losardo), la secretaria de Educación (Adriana Puiggrós), la subsecretaria de Educación Social y Cultural (Laura Sirotzky), la coordinadora del programa (Natalia Porta López), el presidente de la Cámara Argentina del Libro (Martín Gremmelspacher), los secretarios generales de la CTERA (Sonia Alesso), de la Unión de Trabajadores del Estado (Eduardo López), del SUTEBA (Roberto Baradel) y de la Federación Gráfica Bonaerense (Héctor Amichetti), entre otros. Estuvieron presentes los escritores proaborto Claudia Piñeiro, Eugenia Almeida, Guillermo Martínez, Silvia Schujer, Alejandro Dolina, Juan Sasturain y Darío Sztajnszrajber.
