[2019] - En los últimos meses el activismo abortista, con la participación de sus imprescindibles "socios", los medios y multimedios de mayor consumo en la Argentina, han tomado casos de embarazos en mujeres muy jóvenes a las que han definido como "niñas". Incluso, tomando ese término, impusieron la frase (convertida también en hashtag) de "niñas no madres", queriendo significar que las protagonistas no debían ser llamadas madres, aún habiendo concebido (contra su voluntad, según trascendiera).
Estos casos, lamentablemente, seguirán sucediendo gracias a múltiples factores y volverá a batallar la tropa promuerte con la misma frase.
Por esa razón, consultamos al pediatra Diego Padilla quien no ahorró detalles de por qué no debe llamarse "niña" a quien ya está en condiciones de concebir.
Cuando llega la primera menstruación, señala acertadamente la sabiduría popular, una niña "se hizo señorita". Todos lo saben y lo asumen como una verdad indiscutible. La ciencia médica, por su parte, corrobora este cambio dado que, a partir de ese episodio, se evidencia un proceso de maduración que permitirá que la joven (luego de varios períodos) ovule por primera vez y será así como podrá concebir.
El cuerpo de la adolescente irá adecuándose al embarazo y llegará, salvo inicuas intromisiones, al momento del parto de su hijo.
Existen, es verdad, algunas posibles complicaciones (anemia, parto prematuro o necesidad de cesárea) que son perfectamente atendibles por la medicina.
Esta información tira por la borda algunos comentarios publicados hasta el cansancio refiriendo que una "niña" no está preparada para sobrellevar un embarazo o que el parto la expondría a daños en su cuerpo "inmaduro".
Es obvio considerar que aunque el cuerpo y la psiquis de la adolescente puedan ir amoldándose al embarazo, se trata de una situación inesperada, sea porque se inició en una violación (intrafamiliar en la mayoría de los casos) o porque la joven, en su inmadurez, tuvo actividad sexual sin valorar las consecuencias de tal acto.
El Dr. Padilla, en diálogo con Portal UNO, no dejó de considerar lo impropio de que se implementen programas de gobierno que busquen combatir el embarazo adolescente sin tener en cuenta la real complejidad que implica habilitar como "normal" que se tengan relaciones sexuales separadas de un vínculo estable y sólido.