Triunfo provida: El aborto no es ley en la Argentina
Aunque el número de senadores nacionales que estaban en contra del proyecto de legalización del homicidio prenatal parecía estar asegurado, la prudencia contuvo posibles expresiones de alegría anticipada, toda vez que era imaginable todo tipo de maniobras para cambiar un final "cantado".
Afortunadamente, luego de extensos discursos que prolongaron durante más de 16 horas la sesión, el proyecto fue rechazado a las 2:55 del 9 de Agosto por 38 senadores (14 eran mujeres) frente a 31 (17 eran hombres) y, al menos por un año, no volverá a ser tratado uno similar en el Congreso.
El proyecto buscaba permitir el aborto hasta las 14 semanas de gestación, y hasta los 9 meses de embarazo bajo las causales de violación, riesgo de vida y salud de la madre e inviabilidad fetal. También prohibía la objeción de conciencia institucional.
Con la violencia y la descalificación característica, el abortismo local acusó sistemáticamente a la Iglesia Católica de ser la causante de que la ciudadanía rechace el aborto, aunque los fieles evangélicos y judíos, presentes frente al Congreso, también rechazan la eliminación de seres humanos antes de nacer. No obstante esto, lo cierto es que el respeto por la vida humana no es un concepto exclusivo de personas religiosas.
Cuando todavía faltaban 7 horas para la votación, se celebró en la Catedral metropolitana la Misa por la Vida, oficiada por el arzobispo de Buenos Aires, Mñor. Mario Poli, y el presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de la diócesis de San Isidro, Mñor. Oscar Vicente Ojea.
El cardenal Poli denunció que "se pretende legitimar por primera vez en la Argentina que un ser humano pueda eliminar a su semejante". Pero "los no nacidos tienen derecho a pertenecer a una Nación", y "el cuidado de la vida es el primer derecho humano y un deber del Estado: Todo hombre abierto a la verdad y al bien puede llegar a descubrir el valor sagrado de la vida humana desde el inicio hasta su término y el derecho a ver totalmente respetado este bien primario", señaló en la homilía.
Las horas, el cansancio de muchas horas de viaje por parte de la gente del interior, las dificultades para llegar por el caos circundante, la persistente lluvia y el frío intenso, no mellaron el ánimo que se vivió durante esta jornada histórica que evidenció, una vez más, que la Argentina, en especial la que no está en la burbuja de la Capital Federal, rechaza la eliminación de niños antes de nacer.
No fueron pocas las lágrimas de alegría y los abrazos intensos entre personas desconocidas al conocerse el resultado de la votación de los senadores.
Del lado proaborto (verdes), ampliamente superior en número y con fuerte presencia de agrupaciones sindicales y políticas, la derrota provocó escenas de violencia y también lágrimas, aunque en este caso era por haberse frustrado su deseo de imponer un inconstitucional derecho a desaparecer seres humanos en gestación.
Los muchos balances que se pueden esbozar luego de estos pocos meses de surgimiento del movimiento provida argentino, la "ola celeste", incluyen la aparición de agrupaciones de médicos, estudiantes y abogados comprometidos públicamente con la vida, la extendida conspiración mediática para recortar sin piedad la realidad, mostrándose del lado de la campaña "verde", la fuerte presión política oficial para que el asesinato prenatal sea ley, el auténtico interés en participar de la ciudadanía de todo el país, y el importante volumen de información confiable ofrecida por médicos, abogados, constitucionalistas y representantes de entidades intermedias con verdadero conocimiento de problemáticas sociales.
No queda de lado (como fue señalado en abundancia), que el debate provocó que muchos se pusieran en evidencia sobre lo que realmente piensan sobre un tema tan serio como la defensa de la vida. Políticos del oficialismo y legisladores de la oposición, periodistas, actores, músicos, escritores, productores, inundaron los medios de comunicación de mayor consumo con argumentaciones inverosímiles, cifrasy datos falsos y consideraciones caprichosas.
La vigilia, organizada por distintas organizaciones provida, incluyó actuaciones musicales sobre el escenario ubicado a metros del Congreso, además de la presencia de héroes de Malvinas, diputados (como Nicolás Massot y Alfredo Olmedo) y personas que se mostraron muy activas durante estos meses, como los periodistas Amalia Granata, Mariano Obarrio, María de los Ángeles Mainardi, el Dr. Nicolás Márquez, la incansable activista provida Mariana Rodríguez Varela, Joaquín de la Torre (ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires), el Dr. Fernando Secín (Médicos por la Vida), Alejandro Geyer (Marcha por la Vida), Raúl Magnasco (Mas Vida) y miles de personas motivadas por la defensa de la madre y el niño.
En diálogo con Portal UNO, Raúl Magnasco aseguró que esta victoria provida colabora fuertemente con impedir el avance del lobby abortista en América Latina. De hecho, el apoyo sostenido de esos países permite considerar que la "ola celeste" no es sólo fenómeno argentino.
"Hay que convocar, hay que enseñar, hay que unirse para no quedarnos dormidos nunca más", señaló por su parte Alejandro Geyer. "Tenemos que ser libres y conscientes de que podemos hacer una Argentina nueva".
"Es inaudito que los médicos, la gente, tenga que salir a la calle para pedirle a nuestros legisladores que no matemos a nuestros hijos", dijo el Dr. Fernando Secín. "Hemos formado grupos de trabajo, hemos generado comisiones médicas en todas las áreas. Hemos logrado juntar enorme cantidad de médicos en todo el país con el mismo objetivo, que es salvar la vida. Creo que el compromiso que debemos retomar las riendas de la educación, recuperar los valores de la familia, recuperar la educación en la casa, en los colegios, para que no nos utilicen para imponer una ideología, para ser utilizados para matar argentinos por nacer", concluyó.
"Hemos tenido que redoblar los esfuerzos que veníamos haciendo día a día. Pero hay algo que rescato, esta sociedad se ha levantado. Me gratifica que haya cada vez más gente trabajando por la vida de manera activa", expresó por su parte Ayelén Alancay, de Mas Vida.
En perfecto orden, habiendo recogido el grueso de los residuos que dejan estas manifestaciones, el sector celeste fue desalojado sin desmanes como los registrados del lado verde.
Durante la jornada del 9 de Agosto, el presidente Mauricio Macri rechazó la idea de una consulta popular sobre el aborto, algo que los senadores Ángel Rozas y Luis Naidenoff habían propuesto en Marzo. Frente a la contundencia de las marchas que inundaron el país de pañuelos celestes, sería probable un rechazo mayoritario a cualquier proyecto que ponga reparos a la protección de la vida humana desde la concepción.
Pañuelos en mano
Tanto el Papa Francisco como el presidente de la Nación, ingeniero Mauricio Macri, recibieron en sus propias manos el pañuelo verde de la Campaña por el Aborto.
El pontífice lo tomó de Nicolás Fuster, un argentino que vive en Roma, que se acercó el 1 de Agosto y se lo entregó plegado junto con una carta donde, irreverentemente le reclama cambios en la postura de la Iglesia respecto del aborto. Ante la trascendencia de lo sucedido, el Vaticano señaló que el Papa no sabía lo que estaba recibiendo en ese momento.
"Señor Mauricio, déjeme por favor darle el pañuelo por la campaña del aborto legal", le dijo la politóloga FlorenciaFreijó, mientras se lo entregaba al presidente y se grababa con el celular en el Palacio San Martín, luego del discurso de apertura de una reunión del G-20, el lunes 6 de Agosto. El presidente, impulsor del debate legislativo por el derecho a impedir el nacimiento de nuevos argentinos, recibió el pañuelo, lo levantó, agradeció y se lo llevó.
Fuera de estas situaciones especiales, el pañuelo verde se impuso entre los adolescentes, principalmente mujeres, que lo llevan atado a sus mochilas o carteras, como parte de "una moda" (aseguran muchos) o como una manifestación de pertenencia a una "tribu" (dicen otros), aunque difícilmente comprendan la magnitud de lo que significa masacrar a un ser humano, objetivo central del proyecto fracasado.
Lo cierto es que tanto el derrotado pañuelo verde como el victorioso celeste seguirán teniendo presencia en la vía pública, ya que la batalla por la vida y la dignidad de las personas en la Argentina continuará.