[Publicado el 26.02.15] Hace un tiempo informábamos sobre una actividad de María Eugenia Vidal, vicejefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires quien, desde la Dirección General de Políticas de Juventud, emprendió una iniciativa que relativiza los daños de la pornografía, además de presentar la genitalidad como un ejercicio separado de toda seria valoración.
La funcionaria, como parte del Día Mundial de lucha contra el SIDA, había presentado el sitio web "Chau Tabú" (aún en línea) que, desde ese momento, provocó miles de rechazos. El sitio, definido "para jóvenes con información sobre salud sexual y reproductiva, para que disfruten de su sexualidad de forma segura y responsable", ofrece tendenciosas historias que justifican el consumo de píldoras anticonceptivas y de la abortiva pastilla "del día después".
El sitio emprendido por quien aspiraba en aquel momento -y parece que ahora también- a ser gobernadora de la provincia de Buenos Aires -aunque seguramente no tiene chances-, desecha los considerados métodos naturales por su "baja eficacia" y porque no protegen de infecciones, pero nada dice sobre si es sano u oportuno que un púber tenga "vida sexual" aunque emocionalmente sea aún inmaduro.
El cuestionable sitio web considera que "mirar películas pornográficas" no está mal, que es "normal".
Aquí María Eugenia Vidal le da un guiño a la "industria" que mueve más dinero en el mundo luego del tráfico de drogas y que está por encima de la fabricación de armas.
Recientemente se publicó que sólo en EE.UU. la pornografía mueve más de 12.615 millones de dólares) entre películas (se produjeron 13.600 películas porno en ese país), adminículos sexuales, publicaciones y espectáculos de strip-tease (de acuerdo a datos del 2005).
Esta mal llamada "industria" incluye la promoción de la prostitución (que no son otra cosa lo que ejercen hombres y mujeres cuando "actúan" en las películas) y, la natural utilización del cuerpo como simple vehículo de placer pura y exclusivamente. Además las producciones pornográficas y eróticas alteran la auténtica realidad de las relaciones sexuales, ya que ni los cuerpos ni los actos se ajustan a una verdadera relación amorosa.
La pornografía, como si esto fuera poco, mayoritariamente considera a la mujer como objeto, a total disposición del hombre. Ella está sólo para satisfacer las inquietudes de quien la somete a su antojo, aunque esto no implique un acto explícitamente violento. Pero el “atractivo” está en que ella accede a todo, dócilmente y sin límite alguno.
Lo del gobierno porteño encabezado por Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, sino es de complicidad con la promoción de la prostitución y la pornografía global es, al menos, un sublime acto de ignorancia.
La pornografía, directa o indirectamente, se nutre, necesita proveerse de "carne joven". La cantidad de dinero que mueve permite los hombres y las mujeres, incluso tempranamente, consideren prostituirse frente a una cámara por los réditos económicos que pueden obtener. Además, definir como "actriz" porno a las mujer que participa de tales prácticas no hace otra cosa que intentar desdibujar la pesada carga que implica llamarla con el término que corresponde: prostituta.
Volviendo al sitio promovido por Vidal, no hay aspecto que quede sin abordar. Para ella (asesorada por la Fundación Huésped y la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) el sexo anal es una práctica "sana", masturbarse "hacebien" y hasta es posible que un joven "sienta" que nació en el cuerpo "equivocado".
Vidal, en declaraciones periodísticas se escudó ante los cuestionamientos recibidos diciendo que el sitio fue elaborado "desde la rigurosidad de trabajarlo con especialistas de salud, con especialistas de educación, e incluir todos los temas que hacen a las dudas y a la realidad de los chicos que hoy se están iniciando sexualmente antes de los 14, de los 15 años".
Tal rigurosidad es, al menos, parcial ya que la asesoría de las entidades mencionadas solo orienta los contenidos hacia un solo sentido: el más perverso y el menos conveniente para la salud de la población. Si además de esas opiniones se hubiera dado lugar a asociaciones o profesionales serios tal vez -sólo tal vez-, la propuesta gubernamental hubiera sido distinta.
Considerar, por ejemplo, la "píldora del días después" (*) como un método anticonceptivo es equivocado [leer más sobre este tema], ya que esa medicación tiene dos efectos posibles: 1) inhibiendo o alterando la ovulación, o interfiriendo el mecanismo de la fertilización; y 2) impidiendo la anidación del óvulo fecundado, lo que se traduce en un aborto temprano, lo que constituye un hecho anticonstitucional y un delito.
Críticas a la iniciativa del gobierno macrista
"Las autoridades del gobierno de la ciudad promueven conductas contrarias a la moral y pretenden imponer formas de relacionarse los jóvenes, menores de edad incluidos, cuando comienza el desarrollo del aparato sexual. La página aconseja, sin más, el sexo contra natura, el sexo oral de varias formas y con personas de distinto sexo o del mismo, la masturbación, las películas pornográficas. Todo ello con fórmulas que, engañosamente, se esgrimen como saludables y para el cuidado de la salud", expresó la Corporación de Abogados Católicos, mediante un comunicado.
Por su parte, la Asociación para la Promoción de los Derechos Civiles rechazó la iniciativa de Vidal señalando que "el gobierno porteño promueva una visión parcial y degradante de la sexualidad, que deshumaniza la misma, incluyendo la promoción de métodos abortivos. Con estilo abiertamente desenfadado y carente de todo rigor científico, está en las antípodas de lo que cabría esperar de un portal público orientado a preparar a los adolescentes y jóvenes para encarar responsablemente los desafíos que les plantea su sexualidad. Inculca en mentes jóvenes y, en muchos casos, inexpertas, una ecuación de máximo disfrute sin ninguna responsabilidad".
Para Grupo Sólido, una agrupación integrada inicialmente por jóvenes de San Isidro que cree en el amor como un motor que plenifica física, afectiva y espiritualmente la página macrista es "una campaña irresponsable e irrespetuosa con distintos sectores de la sociedad".
-> Alberto Mora Director de Contenidos
(*)
LA PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS ES ABORTIVA
Dictamen del Instituto de Bioética de la Facultad de Posgrado en Ciencias de la Salud, de la U.C.A., sobre la “píldora del día después”
A) Desde el punto de vista técnico: Este fármaco provoca una alteración en el transporte tubárico y también una des-sincronización en la maduración del endometrio según lo informa el mismo laboratorio que elabora y comercializa estas píldoras (Gador). Esto significa que el efecto buscado, es inhibir la habilidad del endometrio para la anidación del embrión humano. Si la píldora es tomada en el período periovulatorio, impide el normal desarrollo y progreso del embrión humano, lo que elimina las posibilidades de supravivencia de dicho embrión, que ya está presente.
Durante todo el ciclo menstrual dos eventos importantes se producen en el sistema genital de la mujer: la maduración y salida de un óvulo del ovario, con el objeto de que sea fecundado y la preparación del endometrio uterino para la anidación del bebe. El endometrio está en su mayor nivel de receptividad en el periodo posovulatorio, de tal manera que si existe la fecundación, esta receptividad será máxima, facilitando naturalmente el proceso de desarrollo del embrión. La implantación (sin duda una etapa importante en este proceso, pero una etapa más) se produce entre el quinto y el noveno día después de la fertilización. A este evento del desarrollo embrionario y de la maduración de endometrio, se lo llama sincronización y es un proceso natural in vivo, porque ambos factores se dan bajo los efectos de las mismas hormonas.
El levonorgestrel (droga especialmente usada para la píldora de la que hablamos) altera la receptividad del endometrio impidiendo que el embrión siga su desarrollo y pueda implantarse, ya que a la mucosa uterina, se la altera de forma tal que le faltan vasos sanguíneos, consistencia (esponjosa) y espesor. Así, el "terreno" no es apto y la implantación no es exitosa lo que provoca la muerte del embrión. Esta es entonces la acción abortiva del levonorgestrel que por lo precoz de la misma, seguramente pasará inadvertida a la madre.
Finalmente, en otras palabras:
Si todavía la mujer no ha ovulado al momento de ingerir la droga, ésta podría detener el proceso de maduración del óvulo y no habrá fecundación.
Si la mujer está en la ovulación o muy próxima a la misma y, efectivamente se produce la fecundación, la droga actúa sobre el endometrio no permitiendo que se desarrolle, que se ponga en condiciones para que se implante el embrión, produciéndose un aborto precoz, como queda dicho.
B) Desde el punto de vista antropológico: es obvio que la mujer que busca esta droga tiene la clara intención de eliminar e interrumpir consecuencias naturales del acto sexual: la procreación, en general y el procreado, en particular. Tanto la filosofía como la teología, sobre la base de un análisis biológico completo, afirman que el embrión humano vivo (formado a partir de la unión de los gametos) es un sujeto humano, existente, con una identidad bien definida, el cual comienza desde ese momento, a actualizar su propio desarrollo, en forma coordinada, continua y gradual; de modo tal que nunca es una simple masa de células sino, siempre, un sujeto. Como tal, tiene derecho a su propia vida y en consecuencia, cualquier intervención que no sea a su favor, viola su derecho a la vida. Ningún fin, incluso supuestamente considerado bueno, puede justificar una intervención que produzca la muerte y eliminación de un ser humano. Un fin bueno, no hace buena una acción en sí mala.
Desde la Bioética personalista, proponemos la superación de ciertas ambigüedades que nos presenta el paradigma de una autonomía descontextualizada. Estamos frente a una antigua dinámica por la cual se quiere interrumpir la continuidad o correlación de los valores y las virtudes correspondientes a la vida humana. Desarticular la unidad esencial de la persona humana, nos lleva a una dualidad desintegradora incompatible con dicha vida.
C) Desde el punto de vista del derecho: como justamente, hace pocos días, afirmaba la internacionalmente reconocida Pontificia Academia para la Vida, la misma historia de los pueblos ha mostrado, que las exigencias que surgen de la ley moral natural -como la dignidad de la persona y su inviolable e innegociable derecho a la vida- necesitan ser reconocidas y tuteladas por el derecho positivo. Por lo tanto, podemos hablar de "derecho natural", con sus codificaciones legislativas, reafirmando que sus fundamentos no residen en el mero acto de la voluntad humana, sino en la misma naturaleza y dignidad de la persona. Es por esta razón que en la historia del derecho, la dignidad de la persona y el derecho a la vida, siempre han sido cuidados especialmente de la arbitrariedad de cualquier pacto social o del consenso de la mayoría.
No desconocemos que en nuestros días, existe una cierta tendencia en algunos grupos sociales que, exasperando la reivindicación de las libertades personales individuales, pretenden que surja en la conciencia colectiva, una mentalidad relativista donde nazca la exigencia a que el Estado deba garantizar y permitir prácticas y atentados contra la vida humana, especialmente cuando ésta es más débil, frágil y necesitada.
Por esto, unidos a muchas otras voces que reconocen, científica y éticamente el derecho a la vida como un derecho primario, el Instituto de Bioética, pide a las personas del derecho y a los legisladores, que elaboren dictámenes y normas jurídicas acordes a la verdad del Hombre (varón y mujer) y en tutela de su Libertad, que no puede existir si no se respeta toda vida y toda la vida.
En estos momentos tan difíciles y penosos que estamos viviendo, no podemos olvidar la importancia impostergable de crecer en una Cultura de la Vida, en la instauración del verdadero bien de la persona y en la construcción de un nuevo orden social, justo y pacífico. Debemos retornar a las raíces profundas de la dignidad humana y de su verdadero bien, apoyándonos en lo que el Hombre tiene como esencial e indeclinable, para alentar un diálogo profundo con los Hombres (varones y mujeres) de todas las culturas, en vistas a una sociedad inspirada en los valores de la justicia y de la fraternidad.
El uso y comercialización de "la píldora del día después" implica no sólo una práctica que pone en peligro la tutela de la vida, sino introducir un nuevo factor de injusticia y de retraso en el verdadero camino hacia la libertad.