Más de 20 empresas se unieron en una fundación para trabajar por la esperanza de los más necesitados
Con un acto llevado a cabo el miércoles 18 de Diciembre en la sede de la compañía Alfa Laval [Uruguay 2887, San Fernando], fue lanzada oficialmente la Fundación RSE -Recursos al Servicio de la Esperanza- para brindar asistencia y apoyo al Jardín Materno Infantil "Santa María del Camino", de Boulogne.
De la ceremonia participaron el Director General de Alfa Laval, Patricio Lezica, el padre Aníbal Filippini -recientemente designado párroco emérito de la parroquia Santa María del Camino-, y Silvia Munt, directora desde hace 19 años del Jardín, además de representantes de empresas integrantes de la flamante organización.
"Nosotros tenemos compromiso con el Jardín Santa María del Camino desde hace varios años -señaló a Portal UNOPatricio Lezica-, lo que hicimos a partir de 2013 es profundizarlo a través de una fundación y contamos con la participación de 20 empresas de primera línea que lo que hacen, en definitiva, es ensancharnos las espaldas. Vamos con objetivos muy concretos y con la intención de causar impacto. Queremos trabajar en el tiempo para asegurarnos que la realidad de esta institución cambia."
"Esta relación surge por el padre Aníbal (Filippini) que nos ha acercado hace mucho tiempo las necesidades que tenía el jardín que fuimos cubriendo de modo informal. Todas las compañías que convocamos tienen programas de RSE (Responsabilidad Social Empresaria) bien pensados. Alfa Laval es una empresa sueca y muchas de las empresas que participan de la fundación RSE también lo son, aunque además están clientes y proveedores con los que nos une una relación de muchos años y que se sumaron también", señaló.
El Jardín Materno Infantil "Santa María del Camino" está ubicado en la careciente localidad del Bajo Boulogne, y se orienta no solo a la educación inicial de los niños sino también a fomentar su inclusión y la de sus familias en la sociedad. Allí se educa, alimenta y contiene a 108 niños de entre 45 días y 5 años, que viven en condiciones de extrema pobreza, pero cada año quedan sin poder recibir estas posibilidades unos 130 chicos.
La intención que se propone la Fundación RSE es que, siguiendo el plan de crecimiento de este jardín materno infantil, se incrementen las posibilidades de contención de los chicos que asisten y permitir que no queden familias excluidas por limitaciones edilicias o económicas. La diferencia entre un chico que recibe una buena educación inicial y el que no la recibe es notoria y facilitar la inclusion es, sin dudas, una forma concreta de apostar a la esperanza.
Apelando a que lo que se emprenda sea sostenible, Patricio Lezica expuso la necesidad de trabajar concientemente sobre la previsibilidad. "En el jardín se vive el día a día, los plazos son muy cortos y es necesario resolver que no exista la permanente amenaza de la falta de recursos". Entre los objetivos de largo plazo está ampliar la capacidad del jardín para incluir a 130 niños más.
En el acto, el titular de la flamante Fundación RSE aprovechó también para presentar a los muchos representantes de prestigiosas empresas presentes a Lucia Monsegur de Buljevich, de la Fundación Michael Ham, quien explicó sintéticamente sobre un proyecto referido al trabajo con jóvenes del barrio. "Pertenezco a un grupo de voluntarios que trabajamos en el Bajo Boulogne en un proyecto que se llama 'De la esquina al trabajo digno'. Es un grupo de operadores barriales que recorren las esquinas para buscar a los chicos, tratando de ganarle a la droga, invitándolos a La Casa del Joven, donde hay talleres, donde se los escucha, para que puedan soñar un proyecto de vida. Y para que tengan un proyecto de vida necesitan un trabajo digno". Seguidamente Lucía instó a los presentes a poner en marcha la voluntad de cambio abriendo las puertas de sus empresas para que los jóvenes puedan ser tomados en distintas tareas con el seguimiento de los integrantes del Programa. Al finalizar el acto, afortunadamente, varios empresarios le entregaron tarjetas interesados en participar.
En diálogo con Portal UNO, el padre Filippini, destacó "Es como el espíritu que el Papa Francisco está difundiendo permanentemente, animando a los que desde la Fundación están trabajando. La sensibilidad por el pequeño, por el que sufre, por el que tiene derecho a esperar algo de nosotros. Yo creo que las empresas tienen que ir ocupando un lugar importante, porque en la vida de una nación las empresas tienen mucho peso por el trabajo que dan por los productos que ofrecen. Entonces hacerse sensible a la realidad de los desposeídos, de los que no han tenido oportunidades me parece un desafío enorme y esto es una prueba de que se puede hacer seriamente. Es un signo de esperanza en este tiempo de Adviento".
En su exposición el padre Aníbal comenzó leyendo la carta de disculpa del obispo de la diócesis, monseñor Oscar Ojea, quien tenía un compromiso asumido con anterioridad: compartir una tarde con los habitantes de un barrio muy humilde (inevitable la asociación de este hecho con lo ocurrido con el Papa Francisco y la invitación a tres indigentes a festejar su cumpleaños). De todos modos, el obispado siempre estuvo al tanto de la relación entre la empresa Alfa Laval y el Jardín, y celebra las intenciones de profundizar el padrinazgo.
"Nosotros en la comunidad tenemos algunas ventajas", dijo luego a los presentes el padre Anibal. "Porlo pronto los curas vivimos en el barrio, entonces tenemos una presencia cercana, sabemos lo que pasa, captamos sus vivencias, conocemos su lenguaje. Es una presencia estable, no llegamos y nos vamos. Es una presencia desinteresada, no tenemos que juntar poder, socios o cartel. Trabajar por los mas chiquitos en la alimentación y la estimulación temprana es crear condiciones de educabilidad para que todos los pasos posteriores les permitan desempeñarse bien en la sociedad."
Silvia Munt, por su parte, destacó que en el proyecto que lleva adelante el Jardín, "nos interesa llegar el corazón, el alma. Trabajamos considerando al niño como una esfera y su mente, su corazón, su alimentación, su espiritualidad, deben ser estimulados y desarrolladas. Somos una comun-unidad y nos interesa tanto el desarrollo de los chicos como de sus familias, de las docentes y de cada miembro del jardín. Nos interesa que hay 108 chicos con esperanza en el futuro y 2.000 o 3.000 personas con esperanza en este presente. Siento que trabajar con la esperanza es la satisfacción mas grande que me ha dado Dios".
Luego de la clara exposición de Horacio Cristiani, presidente de Gas Natural Fenosa, una de las empresas integrantes de la Fundación RSE, quien señaló la importancia de que las empresas desarrollen un real y constante compromiso con la comunidad, además de buscar los naturales objetivos de un desarrollo comercial, Patricio Lezica presentó en sociedad a los integrantes del comité ejecutivo de la flamante fundación quienes destinan parte de su tiempo y esfuerzo diario a esta cambiar el mundo desde esta nueva organización. De uno de sus integrantes -el más joven- surgió incluso el original nombre de la fundación sobre la base de la sigla ya instalada de responsabilidad social empresaria.
La Fundación RSE, Recursos al Servicio de la Esperanza, se propone asegurar la higiene y seguridad de todas las personas de la institución, trabajar en un adecuado plan alimenticio, en la estabilidad del cuerpo docente, proveer equipos de asistencia y una eficiente administración de sus activos. A largo plazo, la Fundación también se propone proveer al Jardín de la infraestructura y recursos necesarios, de forma tal que todos los niños del barrio de Boulogne puedan tener acceso en el futuro, y así poder brindarles una educación inicial digna.
Sobre Alfa Laval
Alfa Laval es una compañía sueca, fundada en 1883, líder en equipamiento y servicio para la industria. Las operaciones de Alfa Laval se centran en tres tecnologías clave: transferencia de calor, separación y manejo de fluidos. La empresa es productora de maquinarias especializadas utilizadas en la mayoría de los mercados: alimentación, bebidas, biocombustibles, biotecnología y productos farmacéuticos, climatización, energía, extracción de metales y minerales, Industria de marina y diesel, maquinaria, entre otros.
Los productos de Alfa Laval se venden aproximadamente en 100 países, 50 de los cuales tienen sus propios compañías de venta.
