El burrito Nicolás Bruzzone demostró una vez más que es un excelente conductor y, a pesar de no tener a su pareja Benjamín Madero, se las rebuscó para manejar a su pack y abrir el tanteador en el comienzo de las acciones luego de jugar un penal rápido dentro de los 22 metros adversarios.

Pero ese predominio en el desarrollo le permitió aumentar por intermedio del pie de Joaquín Domínguez y más tarde perforar la defensa tricolor, tras un maul en franco avance que finalizó con Francisco Piccinini desplomado en la zona roja.

Dos nuevas emociones subirían al tanteador antes de bajarle la persiana a esa etapa, ya que el astuto Federico Serra tiró un sombrerito cruzado que le dejó servida la anotación a Tomas Borghi y, dos minutos más tarde, Tomas Grisetti aprovechó un error defensivo de los sanisidrenses para dejar la chapa 22 a 7.

En el complemento el campeón salió decidió a liquidar el pleito y lo consiguió con tres estocadas letales que llegaron mediante Etchart, Bruzzone -el medio scrum se cortó, amagó y se filtró en la defensa- y Rohrer para sentenciar las aspiraciones de su oponente con un lapidario 41 a 7.

Con la tranquilidad del resultado sellado, los locales empezaron a cuidar a sus “guerreros” y metieron varios cambios pensando en lo que viene. Pese a las modificaciones, la estructura no se resintió y el dominio continuó por los mismos carriles.

Así, Tomas Leonardi tuvo el premio a su gran tarde y también hizo lo propio en un scrum 5. Sólo para las estadísticas, llegarían las conquistas de Nahuel Escalante y Lucas Alcacer que reflejaron la supremacía de un conjunto que semana a semana ratifica su condición de candidato exhibiendo una voracidad que asombra.