A dientes apretados y concentradísimos, así salieron a la cancha los muchachos de Pichot y Cohen a la cancha. Poco pasó para que tomaran las riendas del partido y para que Panichelli comenzara su obra maestra con un penal, un try y la conversión pasados los 15 minutos.

Lo que siguió fue una ráfaga violenta de tres tries más en espacio de un cuarto de hora. Tome nota: Cani Figuerola, Forestier y Landajo. Tres joyitas seguidas de los rapiditos del CASI, que dejaron al borde del knock out a los de Munro para un parcial de 27 a 0.

Pero Olivos tenía aún pulso, y antes del pitazo del medio tiempo borraron el cero de la chapa con la conquista del primera línea Ioppolo. La enfermera, el suero y el desfibrilador estaban en el banco visitante.

En el complemento se completó el revivir de los de negro y naranja. A pesar de otro penal de Panichelli en el comienzo, las amarillas de Sanz y Muslera, más la amplia diferencia en el marcador, hicieron que los locales se relajen un poquito.

Los muchachos del triunvirato Candia-González Vidal y Pérez Pardo vieron la luz al final del túnel y no dudaron. Así llegaron los tries del Homps y Passini para descontar, poner nerviosos a los hinchas de la Catedral y robarse el bonus por tries que parecía abrochado.

Con el trámite calentito por momentos, el CASI se despertó a tiempo y liquidó el partido con la segunda visita al ingoal de Panichelli a dos minutos del cierre. De paso, el apertura pasó al frente en la tabla de goleadores del torneo y decretó el 35 a 19 definitivo.