Nuevamente se ve en San Isidro cómo algunos que dicen querer hacer las cosas bien (¿?) mantienen como forma de expresión la falta de respeto a las mínimas normas de convivencia.
En Portal UNO nos hemos ocupado de mostrar como los desatinos –cuando no auténticos desprecios por los vecinos y los espacios públicos- son la forma de expresarse de candidatos o aspirantes a serlo.
Pegando afiches irreverentemente sobre las carteleras –contratadas en la mayoría de los casos por empresas privadas para difundir sus productos o servicios-, sobre postes, árboles, frentes de viviendas y comercios, las agrupaciones políticas intentan torpemente instalar a un candidato, sacrificando el respeto y el buen gusto.
Hace poco vimos cómo Mario Das Neves aparecía en pegatinas sobre cajas de electricidad, de telefonía y sobre afiches legalmente contratados, anticipando lo que será una nueva andanada de maltrato por lo público que vivimos cada vez que se acerca una elección (demasiado seguido, dicho sea de paso). [ Ver artículo: "Das Neves califica al aborto como un acto 'humanitario'"].
Por estos días, volvemos a ver nuevamente el ataque perpetrado por Pablo Chamatrópulos a las veredas y a las calles sanisidrenses con groseras pintadas buscando instalarlo como candidato a intendente.
Al menos en este caso las letras pintadas no lo mencionan como el “Espíritu Santo”, lema que el irrespetuoso ex funcionario y actual concejal parece haber abandonado.
Valga decir que el pueril argumento de Chamatrópulos –explicado por él mismo- para ese lema se basó en que el actual jefe comunal, el Dr. Gustavo Posse, es “el Hijo”, que el anterior intendente, Melchor Posse, era “el Padre” y que luego vendría él, “el Espíritu Santo”....
Semejante afrenta a la grey católica debería haber provocado una masiva expresión de rechazo. Pero eso no ocurrió, tan sólo ha recogido directas quejas cara a cara de quienes se sintieron ofendidos en su fe, lo cual es casi mejor.
Es difícil imaginar que estos dos hombres pretendan hacer algo bueno, dañando lo público o hiriendo pacíficas convicciones.
Tan difícil como suponer que los Kirchner puedan ganar votos con la movida sobre Cablevisión/Fibertel provocando justificada incertidumbre en ¿6.000.000 de personas? que usan esa conexión de Internet. Porque se habla de 1.250.000 conexiones, pero cada una le da servicio a muchos usuarios definitivos, por lo cual hay que multiplicar por un caprichoso 4 o 5, para llegar a la cifra de verdaderos afectados.
¿Acaso esa incertidumbre, basada en que tal vez no tengan la misma calidad en un servicio hoy casi imprescindible en poco tiempo, puede traducirse en intenciones de votos hacia el matrimonio gobernante? Imposible.
¿Acaso alguien podrá considerar que Chamatrópulos pueda ser un buen gobernante, que cuide de la cosa pública, si no aprendió aún a no ensuciarla…?
¿Acaso alguien podrá pensar que Das Neves pueda dar un futuro venturoso a los argentinos si no hizo nada para evitar que se legisle contra la vida de los más indefensos?
Bueno será que todos estos detalles “entrelíneas” sean tenidos en cuenta para reconocer a cada uno cuando sea necesario.
-> Alberto Mora
