Con un templo que tuvo bastante público, aunque no estuvo colmado como en otras ocasiones, las interpretaciones de esta agrupación musical -considerada como una de las mejores orquestas infanto juveniles del mundo-, se orientaron a partituras barrocas recuperadas de las misiones jesuíticas revistiendo de excelencia la imponencia del sacro recinto.

El Coro y Orquesta Moxos, insignia de la Escuela de Música de San Ignacio de Moxos, del departamento amazónico del Beni se ha convertido en uno de los principales embajadores artísticos de la Bolivia indígena y pluricultural. En sus voces, con sus violines de maderas nobles de sus propios bosques, fabricados por artesanos indígenas, las obras suenan a selva, con la pureza y la calidad originales, de las que se tienen referencias históricas por las crónicas de os propios jesuitas o de los viajeros que conocieron las misiones, incluso décadas después de la expulsión de aquellos.

Con músicos de entre 11 y 22 años, el Coro y Orquesta de San Ignacio de Moxos grabó en 2005 su primer cd Titulado en moxeño ignaciano “Tasimena ticháwapa jirásare” (“Ya volvió la canción del monte”), lleva vendidas más de 10.000 copias en 14 países de Europa y América latina y, periódicamente, se siguen produciendo nuevas ediciones.

Desde 2004, Raquel Maldonado dirige la Escuela de Música de San Ignacio de Moxos y desde su incorporación ha dotado a la entidad de sólidos cimientos y de una estructura que la han convertido en una auténtica escuela.

Oriunda de La Paz, Maldonado nació el 17 de abril de 1978. Inició su formación musical en piano en el Conservatorio Nacional de Música de su ciudad. También tomó clases de órgano y clavecín con el musicólogo polaco Piotr Nawrot, quien la recomendó para su cargo actual. Asimismo, estudió la carrera de Dirección Orquestal y Composición en la Universidad Católica Boliviana y también formó parte de distintas orquestas y ensambles como la Coral Nova como instrumentista y corista.