Tenían temor que los invitados al casamiento no entendieran su deseo, a pesar de eso tomaron coraje y luego de meditarlo, lo comunicaron, no querían regalos, ya que como iban a vivir en la casa de la mamá de Terence, que lamentablemente había fallecido algunos meses atrás, y no les faltaba nada para equiparla, se les ocurrió la brillante y solidaria idea de pedir a los amigos y familiares, que depositen lo que pudieran en una cuenta bancaria a fin de que esa suma, sea donada a la Fundación María Cecilia.

"Cuando decidimos casarnos –explicó Terence- nos planteamos qué hacer con el tema de los regalos. Yo vivo en una casa que está completamente equipada, porque era de mi mamá, que falleció hace poco tiempo. Tengo heladera, lavarropas y todo lo demás. ¿Para qué queremos acumular más cosas?, nos dijimos. Primero, pensamos en hacerle nosotros un regalo a cada invitado... y, después de mucho pensar, se nos ocurrió pedir que nuestros regalos fueran transferidos a alguien que los necesitara más que nosotros".

Entregaron $ 86.000 a la fundación. Tuvieron una gran idea y sus amigos y familia la entendieron perfectamente.

Otra gran parte de la responsabilidad fue de los propios invitados a la fiesta, que no dudaron en reenviar el mail con el sitio web en el que la pareja publicó su iniciativa.

La ayuda llegó hasta de otros continentes. Los e-mails no pararon de llover. Incluso tres parejas, una de Italia, otra de Israel y una tercera de África les escribieron para decirles que pensaban hacer lo mismo para su boda.

“Por falta de recursos, puede ser que un chico no se recupere. Pero si tiene recursos, el 80% de los chicos puede salir adelante. Creo que este mensaje de esperanza fue lo que le tocó a todos. Ese es el mensaje que da la fundación”, apuntó Terence.

La sorpresa de los novios fue grande. Porque la mayoría de los invitados aceptó la propuesta y muchos hicieron su aporte. Incluso, algunos reenviaron el e-mail a sus propios amigos (que ni siquiera conocen a Terence y a Noelia) y ellos, a sus contactos y así, en menos de un mes, cientos de personas se sumaron a esta iniciativa.

"Entre todas las personas que podríamos haber elegido para que recibieran nuestro regalo elegimos a los chicos y familias que apoyan la Fundación María Cecilia. Ellos se dedican a ayudar a los niños y a las familias de los chicos que sufren de cáncer y no tienen los recursos para pelearla...", aseguran.

Muchas personas sumaron su granito de arena. Lo máximo fue un desconocido que aportó 5000 pesos. La de Noelia y Terence, nos pareció sin dudas una historia hermosa, digna de ser contada.