Comprobado: Las sonrisas mejoran los momentos difíciles
Desde hace casi 20 años la Fundación Alegrañatas se ocupa de una tarea que merece aplausos entusiastas, generosos, ruidosos. Sucede que esta organización, creada por Hernán Espantoso Rodríguez, se ocupa de visitar hospitales y centros de salud para alegrar a pacientes con las artes del clown.
Hernán, dedicado a pleno a esta noble labor luego de pasar por muchas otras ocupaciones, descubrió esta vocación de servicio en el sur de la Argentina, en San Martín de los Andes, cuando ingresó vestido de payaso (con permiso previo) a un hospital. Aquello no fue casual, ya que se había formado como clown y nadie se entrena en algo así para no compartirlo.
Aquello que pasó abrió una puerta de par en par para que naciera en 2007 la FundaciónAlegrañatas, una iniciativa de color, sonrisas, juego y, sobre todo, de compromiso con quien está pasando un momento complicado en una internación. Porque ese rato de sanas locuras y sonrisas deja algo en el paciente y en su entorno que colabora con el bienestar.
Y, como si eso fuera poco, los beneficios no sólo quedan en el enfermo sino también en el payaso que saca lo mejor de sí y se nutre, se alimenta de aquellos ojos de asombro, de esas sonrisas que no estaban en los planes ni en el tratamiento médico.
Quien está internado por una operación, un tratamiento, vive muchas sensaciones. La incertidumbre de qué pasará, el miedo, la angustia, la bronca de estar ahí y no poder continuar con la vida que llevaba.
Los payasos, con sus ocurrencias, su actitud de niños capaces de jugar amparados por una mágica nariz colorada, unas ropas extravagantes, logran instalar una sonrisa, un momento de complicidad, un rato de poner la atención en otro lado, en uno más cercano a la salud que a la enfermedad.
A Hernán y a cada voluntario enfocado a una tarea como ésta -que se lleva a cabo en FLENI Belgrano y Escobar, CEMIC Saavedra, Sanatorio San Lucas y Hospital Materno Infantil de San Isidro- se les llena el alma con cada expresión de alegría provocada. Definitivamente es grandioso concluir un día habiendo puesto el corazón y el cuerpo por una sonrisa.