Independientemente de la postura política, las formas y vulgaridades de cada uno de estos dos hombres, utilizar como recurso agresivo al Síndrome de Down es intolerable. Sin saber qué ha dicho Parisini de Rial, una respuesta como la de Rial muestra de qué está hecho este militante de la tortura, muerte y desaparición de niños antes de nacer.

ASDRA señaló que el uso de palabras que aluden a una condición intelectual como forma de insulto refuerza prejuicios y estigmas que afectan a toda una comunidad. La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad -que es ley en la Argentina-, insta a las personas a reconocer y respetar la dignidad inherente de los individuos con discapacidades. "Estos términos no solo son ofensivos, sino que refuerzan un lenguaje que excluye y margina."

"Desde ASDRA, invitamos a la comunidad y, en particular, a aquellos que tienen presencia en medios de comunicación masiva, a informarse y comprender el modelo social de la discapacidad, que promueve el respeto, la igualdad de oportunidades y la inclusión. Instamos a un mayor cuidado en el uso del lenguaje para evitar caer en expresiones que vulneren los derechos de las personas con discapacidad."

Valga recordar que, hace algo más de un año, en Septiembre de 2023, el actual presidente Javier Milei, junto a un sinnúmero de insultos y malas palabras, utilizó el término "mogólico" para descalificar al economista Roberto Cachanosky. En esa ocasión, la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina también emitió un comunicado cuestionando al candidato Milei.

Hay ocasiones de nerviosismo y altercados en las que los insultos ponen en evidencia los prejuicios, la violencia y los temas no resueltos que tienen sus emisores. Son situaciones en las que "sale" lo que se tiene "hecho carne", no es pensado.

Después de décadas de múltiples avances sociales en torno a las personas con Síndrome de Down, que Milei o Rial hayan proferido tales términos con claros fines descalificativos, demuestra la peligrosa ignorancia que esconden. Dijeron lo que tienen enraizado y, aunque algo los lleve a pedir disculpas, nadie sabrá si realmente algo cambió en su interior.


Imagen: Dr. Jérôme Lejeune
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