El sábado 19 de Octubre, nuevamente las calles céntricas de San Isidro se vieron invadidas por manifestantes del lobby LGBTQ+ agitando sus carteles y banderas, promoviendo un discurso de victimización que no es otra cosa que un recurso para imponer su visión ideológica.
Hombres disfrazados de mujeres, algunos intervenidos quirúrgicamente y muchos hormonizados (1), se congregaron en la calle Belgrano -cuando muchos vecinos (con niños) aprovechaban para hacer compras en las horas previas al Día de la Madre- para luego marchar hasta la avenida Centenario que fue, por más de 200 metros, bloqueada en una mano.
Utilizando como gradas las escalinatas del edificio administrativo de la Municipalidad de San Isidro, los activistas tuvieron su desfile de travestidos, sus discursos reclamando dinero al Estado ("reparación histórica") y mensajes anticientíficos tales como "los hombres trans y personas no binarias también gestamos", entre otros.
Un camión estacionado sobre la mano este de la avenida Centenario fue utilizado como escenario para que distintos militantes de la antinatura tuvieran su momento de lucimiento.
Está científicamente demostrado que la homosexualidad no es algo natural, genético (2), a pesar de que algunos se empecinen en mostrarnos casos de niños muy pequeños que “desean” ser del sexo contrario.
Como se evidencia en muchas publicaciones en las que se reseñan historias de personas con estilo de vida homosexual, hay algo disfuncional en su entorno social que abrió la puerta a comportamientos separados de su sexo.
Hombres y mujeres son distintos no sólo por su conformación anatómica y su fisiología, sino también por su cerebro (3). Habrá quienes puedan "sentir" que no son lo que son o que encuentran el goce sexual de modo ajeno a la naturaleza, pero nada de eso cambia la realidad.
Figuras paternas ausentes, violentas o sobreprotectoras, presencia frecuente de homosexuales o enseñanzas afines en la propia familia, la escuela o consumos culturales en la pubertad o la adolescencia, ejercen presión para "optar" por vincularse sexualmente con personas del mismo sexo.
El estímulo a “probar todo” en relaciones sexuales desarraigadas de todo sentimiento amoroso, colabora fuertemente para que la confusión enraíce.
La constante búsqueda de “equiparación” del estilo de vida homosexual con la natural heterosexualidad ha llevado a legislaciones que no sólo les otorgan los mismos, sino más derechos o facilidades. (4)
Fue a las 4:00 de la mañana del 15 de Julio de 2010 que con 9 legisladores ausentes, 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones, el Senado refrendó el proyecto que habilitó el vaciamiento de contenido jurídico de la institución en la que se fundamenta la familia, al equiparar el matrimonio con las uniones de parejas del mismo sexo.
El económicamente poderoso lobby LGBTQ (5) emprendió acciones desde hace décadas que llevaron a que pudiera llamarse "matrimonio" a la unión entre personas del mismo sexo y, como consecuencia, también accedieran a la adopción de niños. En los últimos años, adinerados homosexuales, ante la ilegalidad del procedimiento en la Argentina, desembolsan enormes cifras en el extranjero para alquilar mujeres y comprar óvulos mediante la subrogación de vientres.
En todo esto, los homosexuales han contado y cuentan con la complicidad de la mayoría de los periodistas y medios más consumidos, de legisladores (municipales, provinciales y nacionales), funcionarios, además de muchos médicos, clínicas y la industria farmacéutica.
No es difícil encontrar contenidos en televisión, radio, web, cine, teatro y música que trabajaron (y siguen haciéndolo) para que la ingenua sociedad considere a la homosexualidad o como algo “natural” o como una “opción” que cualquiera puede tomar y que nadie está autorizado a cuestionar o expresar su disgusto.
Cuando eso ocurre, la maquinaria ideológica y comercial rápidament califica de enfermo (“homofóbico”) a quien no acepta a pie juntillas sus preceptos.
La repetida escena de los últimos tiempos en que una cantante baila sensualmente y se besa con otra mujer en un escenario, o la constante inclusión de escenas eróticas homosexuales en películas y series en plataformas, la natural aceptación con la que se entrevista a homosexuales famosos en los medios (7), son expresiones de una deliberada promoción de la confusión entre niños y jóvenes.
Finalmente, poco ayudan los desatinos religiosos presentados como “pastoral” (como El Centurión, del obispado de San Isidro) que se acercan a los homosexuales, pero que no señalan como inadecuado su estilo de vida, que hasta algunos califican como enriquecedor para la sociedad.
El sitio web de este grupo y algunos testimonios no dejan de mencionar que Dios recibe a todos como son, lo que está dando por cierto que existe un "ser homosexual", una condición inamovible. El enfoque de El Centurión es erróneo en este punto como en la aparente idea de no querer modificar un estilo de vida que Dios rechaza.
No hay ninguna duda de que es importantísimo que los cristianos sean receptivos y amables con los homosexuales, como corresponde con todo pecador, no así con su pecado.
Vale acotar, en este campo, que los casos de abuso sexual en la Iglesia Católica generalmente no se dan entre un hombre (el sacerdote) y una mujer, sino del consagrado hacia un varón, lo que evidencia que "el problema" no es el celibato, sinola homosexualidad.
Pero acciones de sacerdotes proLGBT que embanderan templos, celebran bendiciones a parejas homosexuales o se suman a aquelarres como las marchas “de orgullo” en Buenos Aires, no demuestran ser obedientes a lo que dice el Catecismo ("los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y "no pueden recibir aprobación en ningún caso").
En la vida real, todos sabemos que a la mayoría de las personas el comportamiento homosexual les sigue pareciendo algo antinatural que, ojalá, “no les pase” a sus hijos, sus hermanos o conocidos.
Libertad en la privacidad del hogar
La homosexualidad, en todas sus aparentes variantes, nunca es un hecho completamente privado.
Nadie deja sus convicciones más profundas en su casa, sino que las lleva puestas cuando da clases, cuando atiende un comercio, dirige una empresa, actúa en el teatro, canta en un escenario, gobierna o arma proyectos legislativos.
Es así es como su mensaje llega a impregnarse en la sociedad, logrando que se naturalicen sus hábitos.
Los niños o jóvenes bajan sus defensas ante esa forma de vida que se empecinan en exhibir como de origen o como "una opción" sobre la que nadie debe osar opinar o cuestionar.
Los adultos, no obstante, tampoco están alejados del daño que provocan los mensajes proLGBT de los medios, ya que terminan muchas veces por ser difusores de lo que allí se promueve, llamando “ella” a un señor que parece mujer o apoyando a los actores o músicos que no pierden ocasión en exhibir su estilo de vida en cuanta entrevista o espectáculo pueden.
¿Por qué razón Paul Mc Cartney agitó la bandera del lobby gay en cada concierto de su gira? ¿Por qué otros cantantes hacen lo mismo? Principalmente porque, además de razones ideológicas, apoyar con gestos y canciones el estilo de vida homosexual les garantiza más y más conciertos y más dinero.
¿Es que, acaso, debería criminalizarse el comportamiento homosexual? ¿Merecen la cárcel o la lapidación como ocurre en algunos países? Claramente NO.
Pero existe una enorme diferencia entre el desprecio a las personas, su judicialización y la condena, y permitir que niños, jóvenes y adultos seanadoctrinados constantemente para optar por un estilo de vida contrario a la naturaleza como existe en el planeta desde sus más remotos orígenes.
Abandonar el comportamiento homosexual
Leer testimonios de recuperación, de superación de la homosexualidad, además de dialogar con personas que han abandonado el estilo de vida homosexual, es enriquecedor. Saber que existen psicoterapeutas que se dedican a ayudar a abandonar el estilo de vida "gay" (6) habilita una mirada esperanzadora: el homosexual, en general, vive conflictivamente, tanto en lo afectivo, como en el resto de su vida en sociedad, pero hay un camino de salida.
La receptividad, la escucha, el diálogo franco son básicos y deben ser el cimiento para un proceso que es preciso orientar hacia al abandono de una vida contraria a la naturaleza. Aceptar al homosexual sin buscar el abandono de la militancia y el bien integral que implica ver la verdad, es un camino erróneo, lo tome quien lo tome.
El enemigo logra con paciencia, componendas y dinero mal habido, que la sociedad se transforme en un conjunto la mayoría de las veces carente de reacción, que calla, acepta y obedece.
En las circunstancias actuales, no hay muchos caminos para tomar más que estar atentos a qué contenidos consumen los niños y jóvenes (redes sociales, streamming, música, cine, televisión, radio), además de qué mensajes reciben en la escuela y las instituciones a las que concurren.
Siempre serán los adultos los responsables de evitar que se madure con parámetros contrarios al respeto a la vida, la familia y los valores que construyen y elevan.
(2) 2019 - El 30 de Agosto se publica en la revista Science el estudio genético más amplio realizado sobre la orientación sexual. Veintiún investigadores, de diferentes centros y países, analizaron el genoma completo de 477.522 participantes de E.U.A., Reino Unido y Suecia, concluyendo que no hay nada genético en el comportamiento homosexual.
(7) ACTORES Dan Breitman, Julio Chávez, Daniel Freire, Diego Gentile, Diego Topa (actor infantil), Juan Pablo Geretto, Ernesto Larrese, Nicolás Maiques, Jey Mamón (actor, conductor de TV), Walter Quiroz, Diego Ramos, Diego Reinhold (actor, productor), Federico Salles, Nicolás Scarpino, Arnaldo André, Humberto Tortonese. PERIODISTAS Y OTROS Javier Fabracci, Daniel Ambrosoni, Osvaldo Bazán, Lucas Bertero, Ángel De Brito, Rodrigo Lusich, Mario Massaccesi, Luis Novaresio, Diego Poggi, Florencia Trinidad (conductor de TV), Alejandro "Marley" Wiebe (conductor de TV), Franco Torchia, Guido Zaffora, Robertito Funes, Ronny Arias (conductor), Luis Bremer (locutor), Mauricio Asta (repostero), Matías Bertolotti (meteorólogo),Damián Betular (repostero), Coco Carreño (cocinero), Gonzalo Costa (panelista), Daniel Gómez Rinaldi, Oscar González Oro (conductor de radio), Germán Martitegui (cocinero), Lizzy Tagliani (conductor de TV). DEPORTISTAS Cecilia Carranza (regatista), Gabriela Sabattini (tenista), Facundo Imhoff (voleybolista), Nadia Podoroska (tenista), Rosario “Charo” Luchetti (jugadora de hockey), Silvina “Piti” D’Elía (jugadora de hockey). ARTISTAS VARIOS Fernando Dente (bailarín), Julio Bocca (coreógrafo), Celeste Carballo (cantante), Pepe Cibrian Campoy (productor), Benito Fernández (diseñador de moda), Luciano García (pastelero), Marcelo Iripino (coreógrafo), Flavio Mendoza (coreógrafo), Sandra Mihanovich (cantante), José María Muscari (productor), Aníbal Pachano (coreógrafo), Roberto Piazza (diseñador), Hernán Piquín (bailarín), Marilina Ross (cantante), Pablo Ruiz (cantante), Leticia Siciliani (actriz), Guido Suller (mediatico), Claudio Tolcachir (actor y director de teatro), Gastón Trezeguet (productor de TV).
La repetida escena de los últimos tiempos en que una cantante baila sensualmente y se besa con otra mujer en un escenario, o la constante inclusión de escenas eróticas homosexuales en películas y series en plataformas, la natural aceptación con la que se entrevista a homosexuales famosos en los medios (7), son expresiones de una deliberada promoción de la confusión entre niños y jóvenes.
