Mató a una joven que no quiso abortar a su hijo: le bajaron la pena
Manuel Mansilla (24) había sido condenado a 21 años y 6 meses de prisión por haber asesinado cuando tenía 17 años, en Mayo de 2015, a su novia Chiara Páez (14) por negarse a abortar al hijo de ambos que ella gestaba, en Rufino (Santa Fe). Ese cruel homicidio originó el movimiento "Ni una menos".
Ahora, en un nuevo capítulo de cómo la Justicia favorece más a los delincuentes que a las personas decentes, los jueces Guillermo Llaudet, Georgina Depetris y Javier Beltramone decidieron que Mansilla cumpla una pena de sólo 15 años, argumentando que la Suprema Corte de Justicia de Santa Fe consideró que el fallo de primera instancia se había apartado de los principios específicos vigentes en el derecho penal juvenil.
El fallo de la Corte santafesina del 27 de Diciembre de 2021 consideró que el asesino era menor cuando cometió el brutal delito y que la pena de reclusión perpetua no le corresponde.
Como era de esperar, la reacción de la madre de Chiara, Verónica Camargo, fue de total repudio y analiza una presentación ante la Corte Suprema de la Nación o la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
"Para el sistema judicial, la vida de Chiara y su bebé, sólo valen 15 años de prisión paraManuel Mansilla, quién los asesinó brutalmente. Recibir este fallo me provoca mucha angustia, desilusión ya que no tienen en cuenta para nada los derechos de Chiari", publicó Verónica en Twitter.
En Diciembre de 2021, la Suprema Corte de Santa Fe anuló el fallo que había dictado en 2016 el juez de Menores, AdriánGodoy (ratificado por la Cámara Penal de Rosario), que encontró al joven "penalmente responsable" del homicidio.
Como el asesino ya cumplió 7 años en la cárcel podría acceder a salidas transitorias ya que, como dijo recientemente su abogada defensora "es un buen estudiante y trabajador".
"Un niño no actúa con la frialdad que tuvo después de asesinar a Chiara; me llamó por teléfono y estuve con él cuando fui a hacer la denuncia a la comisaría después de cometer un crimen tan horroroso", señaló VerónicaCamargo.
El fallo del máximo tribunal santafesino había sido consecuencia de un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la defensora General de Menores, Gabriela Del Castillo, quien cuestionó la confirmación de la condena a Mansilla por parte de la Cámara Penal de Rosario.
Chiara había desaparecido en la madrugada del 10 de Mayo de 2015 en Rufino, luego de salir con un grupo de amigas y decirles que iba a encontrarse con su novio, Mansilla.
La familia denunció que la adolescente no regresó a su casa y la Policía rastrilló el pueblo junto a los vecinos. El cuerpo apareció horas después, enterrado en el patio de la casa familiar de Mansilla quien la mató a golpes, según determinó la Justicia.
La autopsia determinó que Chiara tenía en su cuerpo un medicamento que contenía una droga que, en dosis determinadas, provoca abortos (Misoprostol). En ese momento no había ocurrido todavía el siniestro guiño del gobierno de Mauricio Macri al aborto químico, algo que sucedió en 2018 cuando fue derrotado su plan de legalizar la cruel práctica.
Fue ese gobierno el que autorizó la producción a una empresa en especial (Laboratorio Domínguez S.A.) de dosis abortiva de la droga y la posterior compra de partidas para distribuir en hospitales públicos.
Chiara cursaba un embarazo de 8 semanas que su madre había aceptado, pero que la familia de su novio no quería que continuara.
La sentencia del juez Prado sostuvo que el asesino "mató a Páez despreciando su condición de mujer y conociendo su embarazo" y que "no mostró un sincero arrepentimiento".
Los homicidios de Chiara y de su hijo generaron tal conmoción que el 3 de junio de 2015 se llevó a cabo una marcha con la consigna "Ni Una Menos" contra la violencia hacia la mujer frente al Congreso Nacional, con la concurrencia de unas 300.000 personas.
Aquel origen, basado en un reclamo justo, trocó en una bandera del feminismo más radical y, paradójicamente, proaborto.