El sábado 26 de Noviembre, a las 10:00, frente al Congreso de la Nación, se realizará una manifestación al haber transcurrido 1 año desde la muerte de Lucio, el niño que fuera maltratado, golpeado y violado por su madre y su pareja (mujer).
El pequeño, que hoy tendría 6 años, estaba legalmente en manos de Magdalena Espósito Valenti y su pareja Abigail Páez, por decisión de la jueza Clara Pérez Ballester que le dio la custodia a su madre que, luego de casi 2 años de estar viajando con su pareja, reclamó tenerlo consigo.
La lectura de los mensajes de Whatsapp de los celulares de las homicidas demuestra que durante la convivencia y hasta el fallecimiento del niño, tanto Páez como Espósito lo golpearon, provocaron lesiones que luego ocultaron con aislamiento del niño de su vida social, sabían que vomitaba producto de las lesiones y era su anhelo que Lucio saliera de sus vidas.
De acuerdo al diario La Nación, los fiscales consideran que en los chats se habla sobre “falta de comida, hacerlo pasar frío, penitencias interminables contra una pared, golpes de puño en la panza que le provocaban vómitos continuos, golpes en la cara que le provocaron lesiones visibles, amenazas respecto de que no podía contar a nadie lo que vivía si no sería peor, no mandarlo al jardín por dos motivos: primero para que no vieran las maestras sus lesiones y segundo como forma de endilgarle castigo, ya que disfrutaba de ir al jardín”.
Ramón Dupuy, el abuelo de Lucio, en diálogo con Alberto Mora en el programa “Cosas Posibles”, señaló el miércoles 2 de Noviembre que ni las personas que lo atendieron 5 ocasiones por las lesiones que recibió, ni los docentes hicieron lo que debían para evitar las agresiones y la muerte.
La decisión de la Justicia sólo se comprende como consecuencia de no haber trabajado a conciencia sobre la situación de Lucio y las características de su madre.
Desde que se hizo público el caso al abuelo no dejan de llegarle palabras de apoyo y, al mismo tiempo, denuncias de muchísimos niños que viven situaciones similares de violencia y como rehenes de separaciones conflictivas.
Todo ciudadano que no desee que un niño sea maltratado, violado y asesinado debería participar de esta manifestación cívica que busca que el Estado actúe haciendo cumplir la Convención de los Derechos del Niño en todo el país.