Mñor. Damián Santiago Bitar (58), obispo de la diócesis de Oberá (Misiones) dio a conocer una carta abierta a los legisladores nacionales en torno al genocidio del aborto en la Argentina.
El texto completo de la carta:
Mientras mucha tinta corrió en estos días acerca de los carpinchos que “invadieron” la coqueta localidad urbana Nordelta, en el partido de Tigre, y la inmediata advertencia para que nadie se atreva a “tocarlos”, algunos medios del interior se hicieron eco de un nuevo caso de aborto a un niño con seis meses de gestación ocurrido en el Hospital de Tartagal, Salta, amparándose en la Ley de “Interrupción Voluntaria del Embarazo” -IVE- aprobada el pasado mes de diciembre por el Congreso Nacional y promulgada con la firma del Sr. Presidente de la Nación Dr. Alberto Fernández.
Lamentablemente no ha sido el único caso. Ya se cuenta con cifras oficiales que hablan de miles…
Pero con algo más de prensa se informaron casos como el de Tartagal, en San Juan, en Mendoza, en Río Negro, en Neuquén y en Tucumán, quizá porque en estas “interrupciones del embarazo” -así se llama a lo que es muerte directa de una persona-, los padres de la criaturas pidieron encarecidamente a su pareja -la madre-, y con recurso ante la Justicia, permitir completar el proceso de gestación y luego del nacimiento, asumir la crianza y educación sin generar ninguna obligación civil o económica para la madre.
Aun así, increíblemente, y al amparo de la Ley que sólo considera válida la decisión de la mujer, con una actitud ciega y encarnizada, no se tuvo en cuenta el “ruego” de los padres y se procedió sin vueltas, pero con “guantes blancos” a la eliminación inmediata de las pequeñas vidas.
Eso sí, nadie hablará después de las heridas que quedan por las filosas secuelas que provoca el aborto. Los traumas posaborto ya no serán noticia… Porque es muy cierta la afirmación del Dr. Jérome Lejeune que dice: “es mucho menos pesado tener un niño en brazos que cargarlo sobre la conciencia” y también aquella, constatada por la experiencia de profesionales de la salud y el acompañamiento afectivo y espiritual de millones de personas: “es más fácil sacar un bebé del útero que de la mente y del corazón”.
Señores Legisladores: ¡Detengan esta masacre! ¡Replanteen esta Ley infame que ha legalizado la pena de muerte para niños inocentes! Ustedes representan al pueblo de la Nación Argentina: ¡Sean la voz de miles de seres humanos sacrificados por el abominable crimen del aborto! Si las leyes se apartan del bien moral y dejan de tutelar a los más frágiles e indefensos entonces nos obligan a decir que “No todo lo legal está bien”.
El aborto es un mal por donde se lo mire. No está bien eliminar una vida inocente e indefensa. Las evidencias sobran. “Legal o ilegal, el aborto mata igual”. Por favor, ¡detengan esta masacre!
Damián Santiago Bitar, Obispo de Oberá Oberá, 3 de septiembre de 2021
[La imagen corresponde a un ser humano de sólo 12 semanas de gestación]