La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires trataría hoy jueves 16 de Julio (fuera del temario previsto) la adhesión al protocolo del gobierno nacional para matar niños antes de nacer. Una escasísima minoria se define como "celeste".
En la Capital el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta facilitó la muerte de 8.338 niños (más de 7.000 con Misoprostol) en hospitales y centros de atención primaria durante el 2019. ¿Acaso no es suficiente para reaccionar? ¿Cuántas aulas llenas de alumnos significa esa cifra? ¿Cuántas plazas, cuantas canchitas de fútbol? ¿Qué tal imaginar a todos esos chicos ya crecidos reunidos en un parque... todos muertos?
Matar un sólo niño con el aborto es destruir muchas vidas, es dañar severamente a su madre (aunque parezca que no la afecta), es cancelar cientos de proyectos, es ofender a Dios.
El gobierno nacional, por su parte, está empecinado en enviar pronto a Diputados el proyecto de legalización del homicidio prenatal. Ahí sale como por un tubo.
Eso significa que otra vez habrá media sanción para un proyecto inconstitucional, mientras unos cuantos del polimorfo "movimiento provida" se debaten en tonteras, buscan excusas para no trabajar en conjunto, cuidan arreglos personales, arman estrategias infantiles.
Hay una guerra contra la Argentina que no empezó el 10 de Diciembre, sino hace muchos años, y que busca hombres y mujeres que, además de pedirle a Dios su ayuda, trabajen en su defensa, le quiten horas a lo que piensan que es importante (su descanso, por ejemplo) y se unan de verdad, sin protagonismos estúpidos y egoístas.
Se ataca a la vida por nacer ¿Y no hacemos nada?. Se burlan de nuestra fe ¿Y no reaccionamos?. Se empecinan en pervertir a los niños ¿Y no nos indignamos?
¿Acaso se espera la aparición de un "líder" que diga qué hacer? ¿Alguien piensa que compartir un volante, un hashtag o hacer un comentario en las redes sociales es defender la vida, la familia, la dignidad?
Es difícil saber qué ofende más, si la crueldad de los siniestros promotores de la muerte o la liviandad con la que se toma esta situación terminal de la Argentina.