El gobierno provincial busca garantizar la muerte de niños en tiempos de coronavirus
El ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, en manos del médico proaborto Daniel Gollán, dispuso que las medidas de contención de la pandemia de coronavirus COVID-19 no impidan la eliminación de seres humanos antes de nacer.
Como se consigna en las "RECOMENDACIONES PARA LA ATENCIÓN INTEGRAL DE LAS PERSONAS CON DERECHO A INTERRUMPIR EL EMBARAZO Y EL ACCESO A MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS, EN EL MARCO DE LA PANDEMIA POR CORONAVIRUS", el gobierno de Axel Kicillof no deja de lado en tiempos de cuarentena su intención de liquidar personas "no deseadas". No hay que olvidar que autorizó la compra de Misoprostol suficiente para que en 6 meses sea posible ultimar a unos 6.600 personas antes del parto.
Como es sabido, el aborto no es "un tema más" para Kicillof, Gollán y otros miembros circunstanciales del gobierno provincial. Por eso, en medio de múltiples disposiciones de contención para que no mueran ciudadanos de a cientos, como sucede a diario en Italia o España, se insta a actuar rápido, sin derivación, reduciendo la permanencia de la madre y su acompañante.
La perversidad del comunicado incluye la recomendación de que el consejero le diga a la mujer que el Misoprostol (si el embarazo tiene hasta 12 semanas) puede provocar fibre y no debe ser confundida con la que genera el contagio de coronavirus... Y si, por algún motivo, se postergara el aborto quirúrgico se debe establecer fecha, lugar y canal de comunicación con la persona usuaria para llevar a cabo la mal llamada I.L.E. ("interrupción legal del embarazo").
Está claro que la intención actual del gobierno provincial y del nacional no es garantizar la vida de todos, sino asegurar que mueran los que ellos quieren, los niños "no deseados".