En Buenos Aires la marcha unió Plaza Italia con la Facultad de Derecho colmando las avenidas Sarmiento y Del Libertador.

Con entusiastas y emotivos testimonios de niños con sindrome de Down que reclamaron respeto y protección, de excombatientes de Malvinas que reforzaron su compromiso de luchar por la vida por nacer como lo hicieron en las islas, con la participación del secretario de Salud Pública de la municipalidad de San Miguel, Pablo De la Torre, señalando qué se puede hacer desde un gobierno para proteger a mujeres y niños, y de representantes de distintos credos se instó a respetar el derecho a la vida en el próximo debate por la reforma del Código Penal, generar políticas públicas que eviten el aborto, promover una educacion libre de ideología de género, mejorar el sistema de adopción y de cuidado de la maternidad vulnerable, y una lucha contra el abuso sexual.

La actividad, convocada por Marcha por la Vida junto a un sinnúmero de organizaciones, se propuso visibilizar al pueblo argentino y su compromiso por la vida, demostrando que la ciudadanía rechaza los constantes intentos de contradecir la Constitución Nacional, el Código Civil y Comercial y el Código Penal, impulsando la legalización del homicidio prenatal.

Alejandro Geyer, coordinador nacional de Marcha por la Vida y uno de los animadores en el escenario, además de Raúl Magnasco, presidente de Mas Vida, remarcaron la importancia de tener en cuenta qué proponen los políticos en este año electoral en lo referente a la defensa de la vida y la familia.

Los organizadores, y los millones de argentinos que salieron a manifestarse en el último año, sostienen que si bien se logró frenar la aprobación del proyecto abortista en el Congreso, el trabajo debe continuar a través de acciones judiciales, legislativas, de comunicación y nuevas marchas habida cuenta de que las intenciones de imponer políticas contrarias a la vida no han cesado.

Católicos, evangélicos y ateos, empleados, profesionales, comerciantes, jóvenes, niños y adultos, reunidos en movilizaciones más o menos numerosas, han mostrado su interés profundo en defender la vida de mujeres con embarazos de riesgo, a niños amenazados de muerte, a mujeres que padecen las consecuencias emocionales y psicológicas de haber abortado, entendiendo que el compromiso provida requiere de constancia, creatividad y dedicación todo el año.

Entre los puntos concretos sobre los que da batalla el diverso movimiento provida es el inconstitucional "Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo", una mera guía técnica sin respaldo legal alguno que el gobierno nacional y algunas gobernaciones implementan para terminar con la vida de niños -como Esperanza, Faustina o Paz- cuya existencia está protegida por el marco jurídica, pero cuya principal amenaza es el Estado. Ese mismo protocolo ilegal fue el que facilitó la muerte en 2015 de la joven Keila Jones en un hospital público en el Hospital Subzonal "El Maitén", a 135 km. de Esquel (Chubut).

El 25 de marzo de 1999 Argentina celebraba por primera vez el “Día del Niño por Nacer” con un acto en el Teatro Coliseo en el que estaban presentes eminentes dignatarios de la Santa Sede y las más altas autoridades nacionales, tanto civiles como eclesiásticas.

Asistieron aquel día el nuncio apostólico y más de una veintena de obispos, entre ellos, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Jorge Mario Bergoglio –hoy Papa Francisco-, que al hacer uso de la palabra agradeció especialmente la presencia de los representantes del Vaticano. Hubo además ministros ortodoxos, anglicanos, evangélicos, judíos y musulmanes; miembros de la Corte Suprema, embajadores y parlamentarios.

La fecha había sido instituida por el Decreto 1146, del 7 de Diciembre de 1998- que en sus considerandos afirma: “para nuestra Constitución y la Legislación Civil y Penal, la vida comienza en el momento de producirse la concepción”.

Todos los considerandos del Decreto, incluidos los jurídicos, siguen siendo válidos, aunque ahora se los intente avasallar. Por este motivo los argentinos reclamarán este año en las calles la efectiva vigencia del derecho a la vida y, por ende, que se suspenda la aplicación de los inicuos e inconstitucionales protocolos de aborto. Alentamos a participar de las múltiples actividades previstas, a lo largo y ancho del país, para los días 23 y 25 de marzo.

Luego de la institución del Día del Niño por Nacer, el Gobierno argentino invitó a otros países a adoptar la efeméride, lo que tuvo inmediata acogida en Guatemala y Costa Rica que la instauraron en 1999. Nicaragua se sumó en el año 2.000, República Dominicana en 2001 y Perú al año siguiente.

Si bien desde los inicios el feminismo intentó sepultar la fecha, la celebración se siguió expandiendo hasta cobrar ribetes internacionales y hoy tiene lugar en países de América, Europa y Asia.

Varias provincias argentinas adhirieron por ley al Día del Niño por Nacer asumiendo el compromiso de “difundir el valor de la vida y sus derechos desde la concepción”, lo que obliga a sus respectivos ministerios de educación a coordinar actividades informativas y educativas referidas a los Derechos del Niño por Nacer, el día 25 de Marzo de cada año.

Entre esas provincias están por ejemplo Mendoza (Ley 7.349), Salta (Ley 7.357), San Juan (Ley 7.593), San Luis (Ley I-0584) y Tucumán (Ley 7.143).

Destaquemos finalmente que hoy, como hace 20 años, la normativa vigente sigue consagrado el derecho a la vida de toda persona desde la concepción, de modo terminante, absoluto e intangible.


[Fuentes: Notivida, Marcha por la Vida, Propias]