Pañuelazo por la vida junto al obelisco de Buenos Aires
Como una idea de que más gente tuviera el pañuelo celeste que identifica al movimiento provida, iniciativa que surgió el mismo día en que se dio media sanción al proyecto de despenalización del aborto en la Cámara de Diputados, se concretó junto al obelisco de Buenos Aires este miércoles 20 de Junio, un encuentro que demuestra el gran interés en seguir trabajando por la vida de la madre y el niño.
La actividad comenzó con el trabajo de jóvenes y niños que fabricaron con distintas técnicas pañuelos celestes con la leyenda "Salvemos las 2 vidas" que fueron entregados gratuitamente a quien quisiera.
Simultáneamente hubo breves discursos de activistas provida (entre ellos la sobreviviente Karina Estrella Etchepare) a los cientos de personas que colmaron la plazoleta sur del obelisco.
Llegados de distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, del conurbano (San Isidroestuvo presente) y de ciudades más alejadas, familias con niños, parejas de jóvenes, grupos de amigos e incansables músicos con redoblantes entonaron cánticos a favor de la vida de la madre y el niño.
En dos ocasiones, con sentido respeto y no poco entusiasmo, todos cantaron el Himno Nacional en el día en que se recordaba al creador de la enseña patria, el Gral. Manuel Belgrano.
Carlos, un hombre llegado de San Antonio de Areco, señaló a Portal UNO que "bajo ningún punto de vista es una solución matar a un bebé indefenso". Consultado sobre los sentimientos del jueves 14 de Junio, el hombre reconoció que experimentó "una impotencia enorme ver juventud que saltaba festejando el asesinato" y que recordó las escenas del nazismo llevando a la muerte a los judíos. No obstante, se confesó confiado en que la ley proaborto no sea aprobada por el Senado.
"Me siento muy apenado por estas cosas que están pasando en este país. Nunca pensé que pudiera pasar algo así", señaló por su parte Alejandro. "Como hijo de esta Patria -que nació católica y siempre defendió la vida desde la concepción- y por ser hijo de una mamá y de un papá que siempre se dieron por entero a mí. Defender a los chicos que vienen es también pagarles a ellos, pagarle a mi Patria y pagarle a mi Iglesia."
José María, en tanto, justificó su presencia señalando que, como padre, reconoce la vida de sus hijos tanto cuando estaban en el vientre de su madre como ahora ya nacidos y crecidos. "La defensa de la dignidad humana comienza en el instante de la concepción". Como profesor de filosofía recordó que en la historia, cuando se quiso avasallar la vida humana lo primero que se hizo fue intentar quitarle su calidad de persona. "Lo hizo el nazismo con los judís, lo hizo el comunismo con los gitanos o los homosexuales, lo están haciendo hoy los movimientos abortistas con el embrión humano".
Milena Cabral, una de las impulsoras del encuentro, mencionó que la idea surgió de un grupo pequeño en una conversación durante la triste jornada del jueves 14 de Junio (cuando se dictó la media sanción al proyecto abortista). Frente al golpe que significó la noticia, apareció la iniciativa de seguir trabajando por el respeto a la vida y pensaron en que sería bueno que más gente tuviera su pañuelo celeste, como identificación del movimiento provida. Unos mensajes fueron dando forma a la movida que terminó definiendo día y lugar: el 20 de Junio y el obelisco.
"Acá no hay razones políticas o religiosas (los iniciadores del encuentro son de religiones distintas), lo que hay es mucho amor. Estamos luchando por los que no pueden elegir. Tengo mucha fe en la gente, que dejó de tener miedo a mostrar su postura. Tengo esperanza y felicidad, porque nos encontramos y fue una fiesta. Pude ver sonreir a los que el miércoles y el jueves los ví llorando", explicó satisfecha.